Femir (No hay Emir sin Feriha)

129) Tu amor me cambió

Feriha todavía tenía una última sorpresa reservada para su amado, siguieron hasta una isla privada de madera a flotar en el Océano Índico, The Manta Resort, Zanzibar.
Cuando llegaron al lugar, Emir se quedó sumamente encantado y Feriha se sorprendió cuando vio todo en persona.
El resort contiene tres plantas, la cubierta superior (deck superior) tiene una espléndida vista al océano, la habitación al nivel del mar (water deck) posee toilette, cuarto de baño, un pequeño espacio donde hay un refrigerador completamente equipado y living donde es posible relajarse y observar el océano desde otra perspectiva, y la habitación subacuática (underwater room) que más parece un acuario gigante, rodeado por toda la fauna marina del Índico a 4 metros de profundidad.

Ellos pasaron un día maravilloso, tomaron baño de sol, una vez más observaron el espectáculo de la vida marina desde el underwater room, disfrutaron mucho saltar desde el deck superior y nadar, apreciaron la belleza de la naturaleza y la vista desde cada una de las tres plantas, en fin, se lo pasaron muy bien, fue una experiencia simplemente inolvidable.

Al final del día, apreciaron una espectacular puesta del sol y la noche pudieron ver las estrellas y la luna en el deck superior, los dos pasaron un maravilloso momento allí, abrazos, felices, se coqueteando, besándose, intercambiando caricias y juras de amor.
Emir: ¿sabes una cosa, amor?, necesitaba sentir un amor sincero y me lo diste - ella se rio un poco, se movió dentro de su abrazo y alzó la cabeza para mirarlo, él suspiró y con una pequeña sonrisa la besó tiernamente - contigo supe, por primera vez en toda mi vida, lo que era ser amado de verdad - declaró enamorado mientras miraba las estrellas y le acariciaba el cabello.
Feriha: cariño - se acomodó aún más en su pecho - el amor que siento por ti es tamaño que me consume y me deja totalmente vulnerable a tu amor... a tu toque, e incluso cuando me desperté sin recordar nada, con sólo verte empecé a sentirme atraída por ti, conocí y me enamoré otra vez del hombre más guapo, romántico, increíble y respetuoso del mundo - declaró con una mirada dulce y sonriendo - bueno, también más paciente - recalcó un poco avergonzada y una sonrisa radiante le iluminó el rostro del guapo - eres el único hombre que puede hacer que mi corazón se aceleré o se detenga al mismo tiempo... tú no tan sólo ocupas mi corazón... eres la alegría de mi corazón - él sonrió inmensamente feliz ante tan dulce declaración.
Emir: nunca podría imaginar que un accidente automovilístico fuera la clave de toda mi felicidad... conocí y me enamoré de la mujer más hermosa, increíble, tímida y rara sobre la faz de la tierra - declaró con una mirada penetrante - y a la vez enojona - recalcó sonriendo.
Feriha: Emirrrr - se quejó dándole una suave palmadita sobre su rico pectoral, haciéndole sonreír a carcajadas.
Emir: espero que puedas recuperar todos tus recuerdos, te aseguro que nada de lo que pasamos fue capaz de terminar con lo nuestro... nuestro amor es distinto, es para siempre - recalcó besando la parte superior de su cabeza.
Feriha: Emir, quise esperar ese momento para hacerte una revelación - dijo sentándose a su lado y él alzo la vista, mirándola a los ojos.
Emir: ¿cuál? - preguntó curioso, sentándose junto a ella.
Feriha: ese viaje, además de ser mi regalo de cumpleaños anticipado y una forma de realizar tu sueño de niño como tú ya lo sabes - respiró y se puso totalmente de frente a él - es también una forma que he encontrado para agradecerte por toda la paciencia que has tenido conmigo, se que ya lo hablamos... - se mordió los labios buscando las palabras adecuadas - sucedió algo maravilloso y esperé por ese momento... en fin, lo que quiero decir es que... ¡recuperé mi memoria, todo rergesó, todos los detalles!, todo rergesó ese día que me encontraste en el balcón de nuestra casa.
Emir no podía creer lo que estaba escuchando, se puso la mano en la boca, sonrió como un niño... la cogió en el regazo poniéndose de pie y la giró en el aire completamente feliz.
Emir: ¡estoy tan feliz! - exclamó cuando la devolvió delicadamente al suelo - me alegra mucho oírlo, cariño.