Femir (No hay Emir sin Feriha)

Experiencia inolvidable

Emir y Feriha despertaron temprano, se bañaron, se arreglaron y salían de la habitación cuando Maral entró y saludó a sus padres con varios besos y abrazos cariñosos.
Maral: papá, ayúdame a vestirme - habló con los ojitos más lindos del mundo.
Emir: está bien, princesa, adelántate que ya voy.
Feriha: Maral siempre ha demostrado preferencia por usted, desde que era un bebé, ¿recuerda a Emir?... cuando nadie la hacía parar de llorar era sólo tú a coger en el regazo que ella paraba.
Emir: amor, Maral también es apegada a ti, sólo que ella tiene...
Feriha: preferencia por su papá - concluyó.
Emir: amor, Maral tiene celos de mí, si ella desconfía da luego una manera de alejar a la persona, ¿te das cuenta?
Feriha: ¿te desagrada, Emir?
Emir: claro que no Feriha, sólo que a veces ella nos hace pasar por algunos momentos embarazosos.
Feriha: ella entiende cuando alguien se queda insinuándose para ti, Emir.
Emir: bueno... ahora tengo dos celosas - habló sonriendo mientras Feriha jugó un cojín en él.
Emir dio un beso apasionado en su esposa, y siguió para ayudar a su hija a arreglarse mientras Feriha fue a despertar a Ahmet y Hakan para que se arreglaran.
Después del desayuno Unal y Aysun llegaron para llevar a los niños para pasar la mañana con ellos.

Feriha llegó a casa a primera hora de la tarde, tomó un baño, se arregló, se colocó delante del espejo y le gustó lo que vio, ella estaba con un vestidito verde suelto por encima de las rodillas y que marcaba su cintura y tenía los cabellos sueltos.
Emir estaba llegando de una larga reunión con Sarp y los empleados del Hills, necesitaba relajarse y felizmente tenía el resto del día libre. Cuando llegó en el salón y se dirigía hacia la escalera, Feriha estaba empezando a bajarla, Emir quedó embobado admirándola.
Feriha: Emirrrr, ¿qué ha pasado? - habló acercándose y él continuaba viajando en algún pensamiento - cariño, ¿qué pasa?
Emir: no... estás tan linda que me faltaron las palabras.
Feriha: gracias, y usted está irresistiblemente sexy con ese suéter negro de cuello de tortuga, por increíble que parezca se hizo más guapo de lo que ya es - dijo envolviendo el cuello de él con los brazos.
Emi: gracias, cariño, vámonos de aquí, ¿sí?
Feriha: voy a buscar a los niños.
Emir: luego iremos, le avisaré a mis padres.
Feriha: ¿a dónde vamos?
Emir: sorpresa, el día está genial vamos a aprovechar.

Los dos sonrieron cómplices y se besaron por un largo momento hasta quedarse en el aire. Emir tomó un baño rápido y se arregló.