Femir (No hay Emir sin Feriha)

126) Siempre sostendré tu mano

Seguieron de hidroavión a una isla, de ahí seguieron en bote a un lugar cercano de la isla, de dónde seguieron en un submarino hasta un hotel sumergido. Aún en el barco, Feriha vendó a Emir con una máscara para dormir, ella lo condujo todo el tiempo hasta que llegaron al hotel.

Cuando Feriha retiró la máscara de Emir, estaban en una habitación cubierta por un domo de acrílico curvo que permite una vista de 180 grados del fondo del Océano Índico.

Emir se quedó mudo, seguió un largo momento caminando mientras observaba cada detalle de esa belleza oceánica, el primer instante en que Emir puso los ojos en ese lugar, una mezcla de emociones se apoderó de su corazón, estaba muy emocionado por la sorpresa de su pequeña, ese era un tipo de lugar que siempre tuvo muchas ganas de conocer, era un sueño... una curiosidad que tenía de niño.

Emir: Feriha, ¿qué significa eso? - preguntó sin creer lo que estaba viendo, parecía un niño que acababa de ganar un juguete tan soñado.

Feriha: tenemos reservas para cuatro días en este espectacular hotel - él se acercó a ella con una mirada coqueta - el acceso al hotel es solo a través de un submarino especial - dijo envolviendo sus brazos alrededor de su cuello - todas las habitaciones son a prueba de sonidos - en sus labios se dibujaba una sonrisa coqueta y luego besó su cuello - haremos el amor a cinco metros bajo el nivel del mar - mordiéndole el lóbulo de su oreja, él la miró coqueto y le ofreció una sonrisa de oreja a oreja.
Emir: me estás haciendo perder la razón - dijo él con voz grave ardiendo de deseo - mi pequeña, eres increíblemente perfecta... perfecta - repitió, atacando sus labios mientras sus manos serpenteaba desde el cuello a los muslos, ella se dejó llevar por unos minutos mientras se besaban y se acariciaban desesperadamente.