Femir (No hay Emir sin Feriha)

135) Trato hecho

Una hermosa niña seguía por el pasillo del hotel en dirección a la entrada del Hills, estaba súper feliz porque le daría una sorpresa a su papi, su abuela apresuraba el paso para intentar acompañarla pero era en vano. Ella empezaba a preguntarse por qué le había dicho sí cuando le insistió en que quería sorprender a su papá en el lugar de trabajo.

La pequeña entró corriendo y casi se tropieza con su tío.
Sarp: vaya, ¿cuál es la prisa?
Maral: hola tío Sarp, ¿dónde está mi papá? - preguntó saludando con un tierno abrazo.
Sarp: hola hermosa sobrina, tu papá está en una cita - informó correspondiendo al abrazo.
Aysun: hola Sarp.
Sarp: hola señora.
Las dos dirigieron la mirada hacia el mostrador y vieron una escena que dejó Maral a punto de iniciar la tercera guerra mundial, parecía una miniatura de su mamá enojada.
Maral: no puedo creerlo - dijo arrugando sus labios.
Sarp: princesa, por favor, quédate tranquila.
Maral: ay, como si no tuviera educación, tío.
Sarp: cariño, no es eso lo que quiero decir, sino que confíes en tu papá.
Maral: confío en mi papá, no en ese tipo de mujer.
Aysun: tranquilízate, preciosa.
Maral: tío, ¿quién es?, ¿trabaja aquí? - preguntó, ignorando los comentarios de su tío y abuela
Sarp: no, cariño, ella es una representante de una compañía.
Maral: oye tío, ¿esa compañía tiene alguna sociedad con el Hills?
Sarp: no - se limitó a decir, tratando de finalizar la conversación.
Maral: ¿y? - inquirió en un tono más serio, tras una breve pausa.
Sarp: oye, necesitamos contratar a otra compañía para el suministro de bebidas alcohólicas.
Maral: entonces, hay otras empresas que están compitiendo por el puesto, ¿verdad? - preguntó pensativa, mirando en la dirección de su papá.
Sarp: así es, princesa - contestó, levantando una ceja con cierta desconfianza.

Cuando la mujer se fue, Emir se dirigió al lugar de los asientos donde su princesita y madre le esperaban junto a su hermano, ellos se saludaron y Emir se percató que Maral estaba con una expresión nada agradable.

Emir: ¿hay algún problema, cariño?
Maral: papi, tenemos que hablar seriamente - señaló.