160) Era sólo un apodo...

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Un par de minutos después, todos estaban en la planta baja.

La pareja se sorprendió al ver a todos ahí.

Emir: ¡hijos despacio, no corran! - exclamó terminando de bajar la escalera mientras los niños corrían hacia el jardín donde los demás estaban jugando en los toboganes inflables con diseño de castillo que tenía la casa.

Zehra: mi niña, mi querida hija, todavía no lo puedo creer, ¿estás bien? - inquirió abrazándola como si no la hubiera visto en varios meses y la joven lo correspondió emocionada.

Feriha: tranquila mamá, estoy bien - contestó cuando su madre la hubo soltado y pudo volver a respirar.

Nihal: no contestaban sus teléfonos y entonces vinimos - señaló.

Eylem: todos estábamos preocupados - añadió.

Gülsüm: no sabíamos qué más decirle a los niños.

Hande: no me mires así... les dije que estábamos bien, no fui yo quien no contestó el teléfono, bien... Nihal llamó y dijo que vendrían, así que quise venir también.

Feriha: lo siento, nos quedamos dormidos.

Riza: te lo dije mujer, nuestra hija está bien, eso no es cierto, hija mía - murmuró el anciano, emocionado, y luego sus viejas lágrimas se entrecruzaron mientras miraba fijamente a su hija.

Zehra: mira quien lo dice, ¿es en serio Riza?

Hatice: bien, paren los dos, mira Feriha, afortunadamente yo estaba con ellos, mi cuñada casi se desmayó y casi le da un infarto a mi hermano - dijo sin ninguna discreción.

Feriha: ¿mamá?, ¿papá? - inquirió preocupada.

Riza: ¡Hatice! - regaño a su hermana mientras Zehra la miraba con cara de pocos amigos.

La madre de Gülsüm solo se encogió de hombros y habló por lo bajo:

Hatice: deberían estar agradecidos, lo único que hice fue ayudarlos...

Gülsüm: está bien, no exageres, mamá - dijo en voz baja.

Hatice: mira Gülsüm, no estuviste ahí, sino yo - contraatacó.

La joven suspiró con cansancio.

Gülsüm: ay, mamá, no seas tan dramática, uff, siempre eres tan exagerada.

Hatice: ¿quien dijo que soy exagerada?

La señora de largas trenzas le lanzó una mirada significativa a su cuñada y dijo:

Zehra: hija, no se procupe, en serio, estamos bien.

Riza: así es, hija mía.

Feriha: tía, muchas gracias por toda su ayuda.

Hatice: mi hermosa sobrina, sabes que puedes contar conmigo siempre - dijo abrazándola mientras la separaba de Zehra - cariño, me alegra mucho que estés bien.

Tía Füsun: hija, déjame darte un abrazo - susurró emocionada.

Feriha: claro que sí, tía - dijo abrazándola con cariño.

Tía Füsun: cariño, no te puedo decir lo feliz que estoy de verte bien - dijo con ternura y emoción.

Feriha: mi querida tía Füsun, gracias.

Unos minutos más tarde, el ambiente era de expectativa.

Emir: aún no hemos tenido noticias de Umut y Sarp, ¿por qué no han dicho nada aún? - inquirió impaciente.

Femir (No hay Emir sin Feriha)Onde histórias criam vida. Descubra agora