Femir (No hay Emir sin Feriha)

Rescate

En la mañana del quinto día después del secuestro, Sarp y Umut llevaron Erkan a un lugar público, él entró en contacto avisando a Huya que el documento de la boda ya estaba listo. Ella inmediatamente envió a un hombre para recoger los documentos.
Sarp, Umut y algunos policías siguieron al hombre y consiguieron llegar a una construcción que se esconde en un barrio alejado del centro de Estambul. Ellos se quedaron observando para ver cuántas personas habían para trazar una mejor estrategia de rescate.

Huya ordenó que los hombres fueran a vigilar a Feriha y los niños para en la primera oportunida, obligar a Emir a firmar el matrimonio.
Ruya: madre, estoy asustada.
Huya: no seas tonta, Emir hará cualquier cosa por la seguridad de su familia.
Ruya: y cuando me vea, ¿cómo reaccionará? Madre, no creio que pueda.
Huya: mira lo que ti digo, todo nos resultará, si hacemos todo como está planeado nuestra situación estará resuelta. ¿Te das cuenta de eso?
Ruya: sí madre, me doy cuenta de eso. Huya: además para todos los efectos el matrimonio será totalmente legal, y la única prueba de la ilegalidad del divorcio ya no existe.
Ruya: madre pero Emir nos va a denunciar.
Huya: será su palabra contra la nuestra, no se preocupe, sé que estoy haciendo.
Ruya: él no va a vivir conmigo, va a pedir el divorcio en la primera oportunidad.
Huya: eso no importa, lo que importa es su dinero. Escucha Ruya, todo el dinero de la venta del apartamento que no se gastó en la compra de aquella minúscula casa, fue gastado con eso, estamos sin nada de dinero. No pongas todo a perder.
Ruya:  si madre.
Huya: ahora quédate atenta, iré detrás de un juez, cuando los hombres tengan el objetivo, debes arreglar, conectar la pantalla, poner el billete y la ropa para Emir vestir y yo llevaré al juez hasta allí.
Ruya: está bien.
 
Mientras tanto, cuando los hombres salieron de la casa fueron arrestados por la policía, Sarp y Umut estaban subiendo las escaleras de la construcción... ellos estaban con armas en puño y triplicaron su atención para que la acción ocurriera de forma organizada, entonces llegaron a un piso donde había un gran pasillo que daba acceso a unas habitaciones.

Sarp: Emir debe estar en alguna de esas habitaciones.
Umut: ¿la esposa de Erkan se está manteniendo aquí también?
Sarp: bueno, vamos a descubrirlo ahora - habló entrando en el primer cuarto.
Cuando estaban saliendo del primer cuarto, Huya estaba empezando a bajar las escaleras.