Femir (No hay Emir sin Feriha)

Respuestas insatisfactorias

Emir estaba nadando en la piscina y relajando un poco, él estaba sumergido en el agua, cuando emergió aún con los ojos cerrados y pasando las manos en los cabellos escuchó la dulce e inconfundible voz de su hija.
Maral: papá - dijo con sus ojitos lindos y curiosos, los cabellos ondeando en el viento, un vestidito verde claro que realzaba aún más la profunda belleza de los ojos de la niña de dos años y medio. Emir no resistió y sonrió para su pequeño ángel.

Emir: ¿qué passa princesita? - habló sentándose en el borde de la piscina y bebiendo un jugo de naranja - ¿quieres jugo, princesa?
Maral: no papi - dijo sentándose al lado de su papá - pareces un cubo de hielo, papá.
Emir: claro amor, estaba nadando - Maral sonrió con los ojitos brillando.
Maral: papá, ¿de dónde vienen los bebés? - Emir casi se ahogó y se quedó paralizado, él no esperaba que Maral hiciera esa pregunta tan temprano pero luego recordó que Maral era una niña genio y que por lo tanto ella estaba siempre bien delante de su tiempo - papá, ¿me estás oyendo?

Emir: hmmmm, sí cariño - habló tratando de pensar lo que respondería.
Maral: así que, ¿no vas a decirme de dónde vienen los bebés? - en ese momento tocaron el timbre y Emir agradeció mentalmente.
Emir: princesa después respondo, ¿está bien?
Maral: ¿papá? - cruzando los bracitos - no intente engañarme.
Emir: ¿por qué lo haría, ángel?
Maral: porque usted se puso nervioso con mi pregunta.
Emir: cariño, necesito ver quién llegó, deben ser sus tíos y primos, y también tengo que cambiarme - dijo vistiendo una bata, cogiendo a su hija de la mano y dirigiéndose a casa.
Cuando llegó cerca de la mesa del jardín, Emir vio que Feriha ya había atendido la puerta, Sarp, Umut, Koray y Levent estaban sentados la mesa mientras Nihal, Eylem, Gulsum y Hande ayudaban a Feriha a servir el té de la tarde y los niños estaban jugando en el playground con Ahmet y Hakan.
Emir: princesa, ve con ellos, voy ahí arriba y vuelvo enseguida.
Maral siguió hasta donde estaban los niños y Emir siguió hasta su cuarto y Feriha, se tomó un baño rápido, se vistió y bajó.

Cuando llegó al jardín, saludó a todos y se sentó. La verdad es que Emir quería huir porque sabía que Maral no dejaría la pregunta que hizo sin respuesta.