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— ¿Por qué la odiabas? era una niña en un mundo que no conocía a nadie, con un idioma que ella no podía hablar. Estaba sola en el mundo y tú la odiabas. —dijo Lena a Alex.

—En esa época no estaba en mi mejor momento, era muy rebelde, le hacía la vida imposible a mis padres, era una adolescente. Cuando me enteré que iban a adoptar a una niña alienígena me enfadé porque dejaba de ser hija única. Además ni siquiera era humana, así que tenía miedo que mis amigos se enteraran de que tenía una hermana alíen. —miró al suelo. —después cuando el DEO se llevó a mi padre, me enfadé más con ella, la culpaba por su partida y cuando nos dijeron que murió...

—Entiendo, pero Kara no era responsable de eso. ¿O sí?

—No.

—Ahí decidí cambiar, me mantuve en un perfil bajo para que el gobierno no volviera por casa. Traté de ser lo más humana posible, dejé de lado mis poderes y mi naturaleza. —explicó Kara.

—Por varios acontecimientos, me di cuenta que tener una hermana alienígena no era tan malo. Desde entonces me juré y le juré a mi madre que protegería a Kara.

—Pero eso es mucho Alex, además ya es adulta, puede cuidarse sola. —explicó Lena.

—Haciendo vida humana sí, pero cuando es Supergirl, me necesita. Tengo que estar siempre alerta para que no la maten.

—Entiendo, y yo que creía que ser Supergirl era algo bueno, algo que necesita esta ciudad. Ahora me doy cuenta cuanto has sufrido. Creía que la chica de acero, no se le podía hacer daño, pero me equivoqué. —dijo Lena mirando a Kara.

—Hay otras formas de hacer daño, no solo las físicas. —dijo Kara.

—Pero mi madre siempre te ha hecho daño físicamente.

—Y psicológicamente. No fue la única humana que creyó que yo era un dios. Maxwell Lord también, e incluso me puso a prueba, poniendo a la gente en peligro.

Le contaron todo sobre Myriad y el plan de Maxwell.

—Con perdón, pero tu tío era verdaderamente malvado. —dijo Lena mirando a Kara.

—Lo sé, pero de alguna forma jamás lo vi como a un tío, para mí el único fue Jor-El, el padre de mi primo. —explicó Kara.

Siguieron hablando de otras cosas, hasta que ya era tarde. Alex abrazó a su hermana y se marchó. Después Kara preparó una maleta con ropa y cogió su mochila, guardó el portátil, el móvil, toda la documentación, también cogió una foto de Eliza con ellas dos y el mini ordenador kriptoniano. Salieron del departamento, Lena había llamado a su chofer para que fuera a recogerlas, mientras Kara recogía sus cosas.

Una vez en el departamento de Lena, Kara se quedó impresionada al ver el lugar, lo había sobrevolado un millón de veces, pero nunca había entrado, era enorme.

—Espero que el tiempo que quieras quedarte, te sientas como en casa. Ven te enseñaré tu dormitorio y el baño.

—De acuerdo. ¿Dónde puedo guardar el traje?

—En tu armario, nadie entrará en la habitación, no te preocupes.

—Gracias.

Lena le enseñó la cocina y el salón, era lo primero que se veía nada más entrar en el piso. Después fueron al piso superior donde había cinco puertas.

—Este es mi dormitorio, tiene baño propio. —caminaron un poco más. —esta será tu habitación. —abrió la puerta. —la puerta de al lado es un baño.

Destinadas (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora