Destinadas (Supercorp)

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En L-Corp, Lara le explicó a Rachel lo que tenía que hacer, le enseñó su puesto de trabajo y le explicó algunas cosas del ordenador.

—Verás, aquí tienes dos pantallas, una la podrás usar con normalidad, pero la otra... necesito que este puesto este archivo. —le señaló la pantalla. —son números de cuerpos estelares ya encontrados, necesito que esté siempre en pantalla, si ves alguna parpadear en rojo avísame.

— ¿Qué significaría?

—Que viene derecho a la Tierra.

—De acuerdo. —dijo Rachel sorprendida, no esperaba encontrar un trabajo tan importante.

—No te preocupes, desde que estoy trabajando aquí no ha pasado nada. —le sonrió para tranquilizarla.

—No llames al mal tiempo.

— ¿Cómo fue tu vida antes de ir a New York? —preguntó Lara.

—El instituto fue duro, no por los estudios, sino por la vida social. —Lara la miró extrañada porque no lo entendía. —en el instituto hay una pirámide social, los populares que son los deportistas y las animadoras, debajo de ellos los otros clubs, después los estudiantes normales y por último los antisociales y los marginados. Pues bien, en el mío yo estaba incluso por debajo de ellos. Así que ya puedes imaginarte lo que hacían los populares con gente como yo. Se metían mucho conmigo y por mi forma de vestir, además me lanzaban granizados todos los días como mínimo dos veces al día. Pero aguanté porque me gustaba cantar y tenía talento y sabía que podría salir de Lima con ese talento e ir a New York. Al final lo conseguí. —le contó la verdad a medias; lo que no le dijo fue que llegó a la Tierra hacía diez años y era kriptoniana como Supergirl, no quería arriesgarse era mejor seguir siendo Rachel Berry.

—Por lo que cuentas debió de ser muy duro.

—Me preparó para la realidad, me hizo más fuerte.

—Entiendo eso.

Pasaron los meses y todo iba bien, la relación de Kara y Lena iban viento en popa, Alura se había acostumbrado a estar en la Tierra e incluso iba a hacer la compra. Le pidió a Lara que quitara el sintetizador y colocara una cocina de la Tierra, cuando tuvo una cocina terrestre usó la tablet de su hija y aprendió recetas de cocina, así que era la encargada de alimentar bien a su hija mayor además de comer ella algo sano sin venir de un restaurante.

Caitlin había dejado de fabricar la cura, pero no volvió a su Tierra, quería quedarse para ayudar a Lara y a Kara en la captura de Eve.

Alex ya tenía control absoluto de la DEO, tenía menos agentes, pero eran de fiar y obedecían sus órdenes, aunque por falta de personal tenían que doblar turnos.

Lara y Rachel congeniaron muy bien, Rachel aprendía muy rápido y era de mucha ayuda.

Llegó el día en que Rachel tenía que volver a New York, su abogada había conseguido un juicio contra St. James y necesitaba que Rachel estuviera presente.

Se despidió de Lara y de Lena prometiendo que les iría informando para saber si volvería a Nacional City o no.

—No te preocupes, tu puesto te estará esperando. —dijo Lena.

—Gracias. —dijo Rachel.

Se marchó tranquila sabiendo que si volvía, tendría trabajo.

Por la tarde Kara salió de su oficina para ir a por un poco de agua y chocó con Dave el diseñador gráfico de la revista, se le veía preocupado.

—Hey Dave que sucede.

—Hola Kara, ¿puedo hacerte una pregunta?

—Claro.