Destinadas (Supercorp)

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Fuera de la órbita de la Tierra, Rachel fue al mini baño, después a la cocina y cogió una botellita de agua, volvió al lado de Lara y bebió un poco.

— ¿Quieres?

— Por favor. —dijo Lara, Rachel le pasó la botella y Lara bebío. —Gracias.

—De nada. —puso el tapón y buscó donde dejarlo, pensó que ya que la nave era parecida a un coche, debía de tener algo para vasos o botellas, miró en el salpicadero y vio algo que sobresalía, lo sacó y era un posavasos, Rachel dejó la botella en él y se centró en mirar el paisaje.

Estuvieron unas horas en silencio, hasta que Rachel decidió romperlo.

— ¿Por qué fuiste a ver a mis padres?

—Quería pedirles una cosa, que por supuesto no me han dado.

—Ah.

—Siento que te llamaran, aunque sabía que lo harían, de todos modos no quería que tuvieras problemas con ellos.

—Lo sé, pero fuiste sincera con ellos y se lo tomaron mal. No es culpa tuya.

—Rach, si en un futuro nos casáramos ¿Qué harías?

—Mmm, no lo sé, pero si mis padres no cambian de opinión sobre ti, no los invitaré.

— ¿De verdad? —preguntó sorprendida.

—No quiero que estropeen ese día, son capaces de levantarse e impedir la boda.

Lara pensó en eso y tenía razón.

— ¿Y tus amigos?

—Son mis amigos, hemos pasado por mucho todos juntos. Por supuesto que querría que estuvieran, pero la boda que quiero contigo sé que ellos no podrán estar.

— ¿Por qué?

—Porque, si llegáramos a casarnos, quisiera una boda kriptoniana por varias razones, la primera porque las dos somos kriptonianas, la segunda porque así me acerco más a mis padres, y tercero porque quiero llevar tu apellido. —Lara sonrió ante esa explicación.

— ¿Y si hiciéramos dos? una boda humana y la otra kriptoniana.

—Si hiciéramos la boda humana en los registros constarán oficialmente que eres una Danvers, como Kara. Y sé que no serías tú, y la verdad yo tampoco, porque ya me casé como Rachel Berry, ahora quiero casarme como Lea-Ra.

—Entonces Quinn, Brittany y Santana jamás podrán asistir. Ellas saben quién soy, pero no saben de ti.

Rachel no dijo nada, sabía que ella tenía razón.

—Cosmo nos dijo que toda la familia conocía a mis amigos, pero por lo que sucedió en el aniversario de mis padres, no creo que eso suceda. Habremos cambiado el futuro.

—Puede que ellas tres si, hasta ahora han guardado muy bien mi secreto, así que creo que va siendo hora que tu les cuentes el tuyo.

—Me odiarán.

—No lo creo, han estado a tu lado siempre, te han apoyado cuando lo has necesitado. Creo que es momento de que las reúnas y hables con ellas sobre esto. Es posible que les impacte la información, pero han demostrado ser amigas de verdad, así que lo aceptaran y te guardarán el secreto.

—No lo sé.

—Rachel, estos dos años y medio he podido conocerlas mejor, ya verás que no te odiarán, confía en mí. —le puso una mano en la pierna.

— ¿Puedo pensarlo?

—Claro, tienes este viaje para hacerlo.

—Gracias.