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—Contadme cómo os conocisteis. —dijo Hipólita.

—Hace seis años de eso o casi, nos conocimos poco después de mudarme a Nacional City, Kara apareció junto con su primo para entrevistarme, aunque también para investigarme, pero por entonces no lo sabía. El articulo lo escribía Clark Kent para su periódico y Kara estaba ahí como acompañante, cuando salió la noticia volví a ver a Kara, pensé que me había mentido cuando me dijo que no era periodista y ella me lo corroboró cuando me dijo que no era reportera.

—Después de eso decidí serlo, antes era asistente de mi jefa, Cat Grant reina de los medios de comunicación y dueña de Catco. —dijo Kara.

—A partir de ahí nos veíamos casi cada día. Kara me traía siempre la comida. —sonrió recordando esos días.

—Es que ella no se cuida, alguien tenía que hacerlo, así que me ofrecí, ella me gustaba, me caía bien. Jamás me guié por el odio que tenían los demás, yo quería ver por mis propios medios de que ella aunque fuera una Luthor, era diferente a su hermano. Luché contra todos para demostrar que ella era diferente. Me convenció cuando dijo que quería usar sus conocimientos, su tecnología para ayudar a los demás alienígenas, eso era algo inusual viniendo de un Luthor, porque Lillian y Lex odiaban a los alienígenas, concretamente mi raza. También demostró que quería ayudar a la gente y no usar sus recursos para cometer genocidio.

— ¿Viste la bondad en ella nada más verla? —preguntó Antíope.

—Sí. Siempre confié en ella, aunque es cierto que no le dije mi mayor secreto.

— ¿Qué era? —preguntó Antíope de nuevo mientras la miraba con ojos entrecerrados intentando intimidar a Kara, pero no lo consiguió, ella seguía igual de pasiva.

—Que yo soy Supergirl. Tuvo que enterarse por su hermano.

—Eso ya forma parte del pasado. —dijo Lena mientras le cogía la mano a Kara para demostrarle que eso ya estaba superado.

—Mi hermana nos enseñó otro modo de ver nuestra relación, éramos mejores amigas, pero por culpa de mi torpeza por no decirle la verdad, pensar que era mi modo de mantenerla a salvo, nos alejamos un tiempo. Mi hermana nos dijo que nos perdonábamos por una sencilla razón, porque nos amábamos desde hacía tiempo, dijo que nuestra amistad se estropeó en el momento en que Lena supo la verdad y no por mí y no había forma de recuperar eso. —dijo Kara.

—Así que esa relación ascendió a un nivel mucho más íntimo. —dijo Hipólita entendiendo la situación.

—Así es y pronto hará un año que estamos juntas y vamos a casarnos, le pedí a Lena que se case conmigo en Navidad.

—Ooo, una unión, que alegría. — dijo Hipólita sonriendo.

Una amazona le entregó el biberón a la reina y ella se lo dio a su bisnieto.

—Ahora contadnos... ¿Cómo es que tenéis dos hijos y uno tiene 4 años? —preguntó Antíope, bebió un poco de su copa.

—Tía, deja de interrogar, además no es necesario que lo cuenten, tienen dos hijos y ya está. —dijo Diana.

—No nos importa contarlo, pero... —dijo Lena mirando a su hija que comía el puré.

— ¿Qué sucede? —preguntó Hipólita.

—Lo explicaré de un modo que se entienda y al mismo tiempo no. —dijo Kara. —Nuestra hija la adoptamos una semana antes de navidad, porque tres semanas antes ella perdió a su familia en un atentado en su ciudad natal. 

—Oooo, vaya. —dijo Hipólita al mirar a la pequeña que seguía comiéndose el puré, como si la cosa no fuera con ella.

—Ella es de... —dijo Diana sin terminar la frase, Kara la miró y asintió.

Destinadas (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora