Lena sabe la verdad de Kara, Lex se lo contó antes de que ella lo matara. Se enfada con Kara por descubrir que la amistad que tenían no era real, pero una carta escrita de puño y letra de ella, da respuesta a algunas cosas y el enfado se convierte...
Ya en el banquete, estaban todos en sus mesas, Kara se levantó de su mesa y se colocó en el centro donde se podría bailar más tarde.
—Quiero agradeceros a todos por venir. —miró a los invitados y se paró en Cat Grant. —incluida usted, señora Grant.
—Gracias por invitarme.
—Solo quiero decir que espero que disfrutéis de la comida, es casera. —dio la señal a los kelex para que sirvieran la comida. —no os asustéis por los camareros, son especiales. —no dijo nada más y volvió a su mesa.
En ese momento apareció un ejército de kelex con pajarita y llevando los entrantes a la mesa y también la bebida.
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—Pero qué... —dijo John.
—Impresionante. —dijo Felicity.
—Mola. —dijo William.
—Papá, tienes unos amigos impresionantes. —dijo Mia.
—Lo sé. —dijo Oliver al ver a un kelex a su lado sirviendo la bebida.
En la mesa de Barry, Cisco miraba por todo el lugar con mucha emoción, se sentía como si estuviera en Disneylandia pero mucho mejor.
Caitlin solo pensó en la facilidad que tenía Lara para construir esos robots.
— ¿De dónde los habrán sacado? —preguntó Cisco.
—Lara los construye, cuando estuve Tierra-38, vi uno por primera vez, Lena me dijo que era un robot kriptoniano, un sirviente, podían hacer cualquier cosa que les pidieras. —dijo Caitlin.
— ¿De dónde habrán salido tantos? —preguntó Joe.
—Sé que el de la fortaleza sigue allí, no puede salir, es su guardián, el resto pueden ser los que construyó para el observatorio L-Corp.
En la mesa de las Leyendas, Ray estaba igual de emocionado que Cisco e incluso observaba los movimientos de los robots.
—Que tecnología más alucinante. —dijo Ray.
—Que esperabas, son kriptonianos. —dijo Sara.
En la mesa de los amigos más cercanos de Kara y Lena...
—Lástima que Winn no esté, se lo habría pasado de maravilla con los kelex. —dijo J'onn.
—No son tan inteligentes como yo. —dijo Brainy.
—Nadie es tan inteligente como tú. —dijo Nia rodando los ojos.
—Solo digo que son simples robots sirvientes, yo tengo muchas más funciones.
—Cómo ser una máquina orgánica, ya lo sabemos Brainy. —dijo Nia.
En la mesa de las novias, se encontraba toda la familia de las dos, la mesa era redonda como las otras pero más grande.
