Dos años después....
Conner se había graduado en la universidad, ya era ingeniero y empezó rápido a trabajar en la empresa familiar.
Ruby estaba en su último año de instituto y ya sabía que quería ser de mayor. Quería ser médico para poder trabajar en la DEO, al lado de su madre.
Lara y Rachel les iba muy bien en su relación, tanto que Lara tenía pensado en pedirle matrimonio.
Fue a Lima para hablar con los padres de su novia, no sabía cómo reaccionarían cuando le dijera sus planes. Los dos años y medio que estaban juntas, los Berry no mostraron demasiado cariño por ella.
Tenía intención de celebrar dos bodas, una de ellas con los padres de Rachel y con sus amigos y la otra por el rito kriptoniano, como las dos lo eran, creían el mismo dios, esa iba a ser la oficial. No quería mezclar a los invitados por guardar el secreto de Rachel y por el suyo mismo. Pero lo hablaría con calma con su novia una vez que aceptara ser su esposa.
Lara llegó sin contratiempos a Lima, era lo bueno de poder volar, cuando llegó aterrizó en el bosque e hizo desaparecer su traje, después caminó para entrar en el pueblo e ir a la casa de los Berry. Era sábado y sabía que estarían los dos en casa.
Llamó al timbre y el que le abrió fue Leroy el más bajo y afro-americano.
—Hola. —se notaba que fingía ser una saludo contento, pero en sus ojos se veía otra cosa y Lara lo notó.
—Señor Berry, quisiera hablar con usted y su marido, si es posible.
—Pasa.
Fueron al salón, Lara se fijó que la distribución de los muebles había cambiado, pero no le dio importancia. Se sentó en un sillón y esperó, porque Leroy fue a por Hiram.
Una vez que estaban los tres reunidos, hubo un silencio bastante incomodo.
— ¿Qué te trae por aquí? ¿Le ha sucedido algo a Rachel? —dijo Hiram, Lara vio preocupación en sus ojos, al menos tenían sentimientos.
—No, todo está bien. Ella no sabe que he venido.
— ¿Y porque has venido? siempre que nos hemos visto estaba ella.
—Señores Berry, sé que no les caigo bien, nunca les he caigo bien, lo sé. Pero saben que su hija es feliz conmigo por lo tanto me toleran un poco. No me importa que no les caiga bien, siempre puedo fingir como ustedes ante Rachel, no hay problema con eso, pero quiero dejarles de una vez en claro, que amo a su hija y eso no va cambiar jamás. Estoy aquí porque tengo intención de pedirle matrimonio, y he venido para obtener su bendición solo por ella, pero si no me la dan, me da igual, me casaré con ella de todos modos, eso si ella me dice que sí cuando se lo pida.
— ¿Quieres alejarnos de ella? —preguntó Leroy con una ceja levantada.
—No señor, nunca haría algo, si da casualidad de que se alejan de ella, no será por mí, sino por ustedes, por el absurdo comportamiento que tienen conmigo. Todo este tiempo no se han molestado en conocerme, ustedes siguen pensando que soy como el ex esposo o como sus anteriores parejas. Me he cansado de decirles que no soy como ellos, que soy mil veces mejor, pero creen que soy una creída por decir eso, por pensar eso. Señores, yo lucho por lo que es justo, por mi familia y Rachel forma parte de mi familia. Nunca quise que conocieran al resto de mi familia porque no quería ver como las insultan, ellas no se merecen eso y menos mi hijo. Rachel ya les explicó que mi familia es la más poderosa de Nacional City e incluso del mundo, pero creen que ustedes son lo mejor y que tienen el derecho de opinar o decir algo que pudiera hacer sentir mal a los demás. Yo lo he soportado todos estos años, sé que ellos no podrían soportarlo ni una hora.
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Destinadas (Supercorp)
RomanceLena sabe la verdad de Kara, Lex se lo contó antes de que ella lo matara. Se enfada con Kara por descubrir que la amistad que tenían no era real, pero una carta escrita de puño y letra de ella, da respuesta a algunas cosas y el enfado se convierte...