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Aterrizó despacio en el callejón donde estaba el edificio, y la dejó en el suelo con cuidado.

—Gracias. —dijo Rachel.

—De nada.

— ¿Quieres.... quieres entrar? —estaba nerviosa.

—Sí. —dijo Lara sin más, su corazón empezó a latir más deprisa y su cabeza la regañaba por haber aceptado. Se encontraba en una encrucijada, pero no le importaba, solo había algo que tenía claro y es que no quería separarse de ella.

Rachel sonrió, le cogió la mano y se dirigieron al edificio, cuando entraron, Rachel saludó al portero y después cogieron el ascensor.

Entraron en el piso, Lara vio las paredes, antes no había nada, solo el cuadro que hizo Kara al fondo de la sala, pero ahora había cuadros por todas las paredes.

—Ponte cómoda. —dijo Rachel, se quitó los zapatos y fue a su dormitorio para ponerse algo más cómodo.

Lara miró las paredes todas eran posters de obras de Broadway donde salía Rachel como protagonista. Fanny Girl, Wicked, Evita, El fantasma de la Ópera, West Side Story y el último the sound of Music.

Además había fotos de ella junto con sus amigos, sus padres, de su primera obra...

Además había fotos de ella junto con sus amigos, sus padres, de su primera obra

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Rachel bajó al salón y vio a Lara mirar las fotografías, sonrió y fue a la cocina a preparar un poco de té para las dos

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Rachel bajó al salón y vio a Lara mirar las fotografías, sonrió y fue a la cocina a preparar un poco de té para las dos.

—El otro día que estuve aquí, no me di cuenta de esto. —dijo Lara señalando el lugar.

—Es lógico, estabas en shock. — dijo Rachel, mientras llenaba la tetera de agua.

—Tiene vida el lugar.

—La reformaste tu junto con Kara, no hice nada, solo colgué mis recuerdos.

—Eso es lo que le da vida. —dijo Lara, Rachel la miró tras dejar la tetera en el fuego.

—Estoy preparando té, espero que te apetezca.

—Sí, me está bien. He visto una foto con el que estás con un chico que va en silla de ruedas.

—Artie. —dijo Rachel. —sufrió un accidente de coche cuando era pequeño.

—Oh, ¿no han podido curarle?

—No, está paralítico de cintura para abajo, es permanente. ¿Por qué?

—Es una pena, pensé que a lo mejor con nuestra tecnología podría ayudarle.

—Espera ¿Qué? —dijo Rachel mirándola de nuevo.

—Es un prototipo, no lo hemos probado aún o sea que no está aprobado por sanidad, pero lo tengo.

— ¿Qué es exactamente?

—Sabes que nosotros nos regeneramos gracias al sol ¿no?

—Sí.

—Lena y yo hemos creado algo parecido a eso, solo que no como nosotros. Son nano-robots que regeneran los tejidos y cualquier otra cosa que esté mal en el cuerpo, ellos tienen memoria y saben como es un cuerpo humano sano, si estuvieran en tu amigo, detectarían el problema y lo solucionarían. En términos menos científicos, tu amigo podría volver a caminar.

—Nunca he oído hablar de eso y menos en la empresa. Es algo revolucionario.

—Se llama Biomax, aún no pueden curar el cáncer y otras enfermedades, pero daños físicos si. En un futuro podremos crear una versión que pueda curar cualquier enfermedad, pero aún se está investigando y no sabemos si Biomax 1.0 funciona. Necesitamos a alguien que se ofrezca para ser el conejillo de indias. —dijo Lara mirando al suelo.

—Estoy segura que si lo habéis creado Lena y tú, funcionará. —dijo Rachel sonriendo, se acercó a ella y la abrazó. —gracias, mañana le llamaré para saber si está interesado y le contaré todo lo que me has dicho.

—No, solo dile que L-Corp tiene un posible remedio, nada más. Puede que no funcione, no lo ilusiones.

—De acuerdo. —se la veía contenta y eso a Lara le gustó.

Poco después se separaron porque el pitido de la tetera estaba llamando a Rachel, fue a la cocina y terminó de preparar el té, lo colocó todo en una bandeja y la llevó a la mesita del café.

Lara se sentó en el sofá y vio como Rachel le servía el té, pidió un poco de azúcar y después cogió la taza que le estaba dando.

Tomaron el té en silencio disfrutando de la compañía, después Lara tuvo que irse porque ya era tarde. Se acercó a Rachel y la besó.

—Viendo los resultados de nuestra primera cita, pienso que podríamos tener otra.

—Sí y esta me encargo yo, ¿te gusta el teatro?

—Me gustó la obra de tu amiga.

—Bueno, en esta no sale nadie que yo conozca, pero me han enviado un par de entradas para ver una nueva obra que se hace aquí, en Nacional City. Si no quieres puedo dárselos a Lena y Kara.

—No, me encantaría ir, ¿para cuando son?

—El sábado que viene. —dijo Rachel sonriendo.

—Bien. Ya tenemos nuestra segunda cita. —la volvió a besar. — debo irme.

—Joo, ¿no puedes quedarte?

—Me encantaría, pero creo que es muy pronto para eso. Es mejor ir despacio.

—Pero no tan despacio. —dijo Rachel haciendo puchero.

—Jajaja, pero acabamos de tener nuestra primera cita, es mejor ir lento y ver hasta donde llegamos ¿no crees?

—Si, supongo que si. Es que no quiero que me rompan más el corazón. —dijo Rachel triste.

—Por ese motivo es mejor ir lento, tienes que sanar por completo, olvidar tus anteriores parejas y centrarte solo en la relación en la que estás. Te tomará tiempo y puede que si tenemos citas como la de hoy, te ayudará a superarlo.

—Eso es seguro, porque no he pensado en mi ex en ningún momento. —dijo Rachel sonriendo.

—Ves.

—Tienes razón, tengo que superar el pasado si quiero tener una relación sana.

—Bien. —la besó en la frente.

Se acercó al balcón, abrió las puertas, usó su reloj y apareció su traje, se despidió de Rachel con un guiño y salió volando.

Rachel cerró las puertas y se apoyó en ellas suspirando.





Destinadas (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora