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Kara volvió a L-Corp con el perrito entre sus brazos, aterrizó en el balcón. Lena y Lara fueron al despacho de la primera porque la vieron pasar por la ventana.

Lena abrió la puerta y dejó pasar a Kara que seguía teniendo el perrito entre sus brazos, estaba dormido.

— ¿Qué es eso?—preguntó Lena al ver a la bola de pelo.

—Un perro. —dijo Kara mirándola extrañada.

— Ya lo sabía, ¿Qué haces con él?

—Oh, este es el regalo de mi madre. —dijo Kara sonriendo.

Lara se acercó despacio para no despertarlo, se fijó lo pequeño que era.

— ¿Qué raza es? —preguntó Lara en voz baja.

—No lo sé, madre no dijo nada en el mensaje.

— ¿Qué mensaje? —preguntó Lara mirando a su hermana.

—En el pod.

—Luego lo miraré, al menos podré verla y oírla, apenas me acuerdo de su voz. —suspiró.

—Algún día podrás verla y abrazarla, ten fe hermana.

Mientras las dos hermanas Zor-El hablaban, Lena buscó en su ordenador la raza que era.

—Vaya, es un pastor alemán. —dijo Lena.

— ¿Qué? —preguntaron las dos hermanas.

—La raza del perro, es un pastor alemán. ¿No sabía que tuvierais perros en Kriptón?

—Los hay, pero no tantos como en este planeta. En Kriptón, solo podían tener perros, los miembros de alto cargo en todos los campos. Digamos que si tú hubieras estado en Kriptón, hubieras tenido un perro por ser dueña de una empresa tecnológica que hace mejorar al mundo. Allí solían tenerlos los políticos y los directivos de las academias. —explicó Kara.

—Es cierto, madre por ser jueza, también lo hubiera tenido, pero nuestro padre era alérgico. —explicó Lara.

—Así que nunca tuvisteis una mascota. —dijo Lena.

—No, pero parece ser que nuestra madre ha pensado que me vendría bien tener un compañero, como mi primo se mudó a Argo.

— ¿Compañero? —preguntó Lena sin entender esa parte.

—Los perros kriptonianos, adquieren poderes aquí en la Tierra, por eso mi madre me lo ha enviado.

— ¿Quieres decir que este cachorro, volará y disparará rayos por los ojos como tú?

—Si, a que es genial. —dijo Kara sonriendo y Lena tenía cara de horror.

—No te preocupes Lena, aún es muy pequeño para usarlos, cuando tenga edad y despierten sus poderes, Kara y yo lo entrenaremos. —dijo Lara.

—De acuerdo. —dijo Lena suspirando. —pero cuidarás de él. —dijo mirando a Kara.

—Por supuesto que sí. ¿Verdad Kripto? —le besó la cabecita.

—Será mejor que me lo lleve, porque tendréis cosas que hacer. —dijo Lara cogiendo al perro  y se marchó.

— ¿Kripto? —preguntó Lena alzando una ceja.

— ¿No te gusta?

—Es poco original.

—Ooo, bueno ese nombre lo tengo en mente desde niña. Siempre pensé que si algún día tenía un perro lo llamaría así.

— ¿Por qué?

— No sé, me gustaba sin más. Además ahora tiene sentido, es kriptoniano como yo y cuando sea grande llevará un traje como el mío, con la S en el pecho.

Destinadas (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora