Kara suspiró y se sentó en el sofá, Lena y Alura se miraron preocupadas y se sentaron junto a ella.
— ¿Qué voy hacer?
—Cuando llegue el momento ya lo veremos, ahora no te tortures por eso. —dijo Alura abrazando a su hija.
—Tu madre tiene razón mi amor. —dijo Lena.
Estuvieron un rato las tres juntas sin decir nada, hasta que el estómago de Kara hizo presencia. Se sonrojó y Alura se rió, se levantó y fue a preparar la cena, Kara apoyó la cabeza en el hombro de Lena y cerró los ojos disfrutando de ese momento.
A la mañana siguiente Kara, Lena y Alura fueron al gremio, Alura fue al archivo central y Kara le hizo un tour a Lena por el lugar.
—Hacía mucho que no venía aquí. Cuando era pequeña mi madre venía a buscarme al colegio y veníamos aquí a sorprender a mi padre, íbamos a comer a fuera. —su sonrisa era nostálgica.
—Más o menos lo que haces conmigo. —dijo Lena.
—Sí, es que él también se olvidaba de comer, sobre todo cuando tenía un nuevo descubrimiento, se pasaba horas trabajando en su oficina o en el laboratorio de mi tío Jor-El.
—Tu padre y yo nos hubiéramos llevado muy bien.
—Eso pienso yo. —sonrió de nuevo.
Pasearon por los pasillos, Kara le explicaba algunas cosas del lugar.
—Sabes, si Kriptón no hubiera desaparecido, yo ahora trabajaría aquí bajo las órdenes de mi padre u ocuparía su puesto. Pero desde hace unos meses me siento feliz de que mis padres me enviaran a la Tierra. Cuando salí con mi nave, como ya sabes, acabé en la zona fantasma, 24 años allí en la oscuridad y sin envejecer. Cuando llegué al fin tenía mucho miedo, para mí acababa de perderlo todo, mi primo era un desconocido y me entregó a unas personas que no conocía de nada. En Kriptón yo era como tú, una humana normal, pero en la Tierra no lo era y no por haber llegado en una nave, no, no era normal cuando aparecieron mis poderes. Descubrí que los demás no los tenían así que pasé mucho más miedo, no quería salir de la cama, el mundo me daba miedo, mis poderes me daban terror. Aprendí el idioma con rapidez y traté de acostumbrarme a las costumbres del planeta, pero no era fácil, yo seguía pensando en mi casa, en mi familia. —miró a Lena. —Pero ahora sé que todo eso mereció la pena, porque pude conocerte, ser tu amiga y ahora somos pareja. Ahora entiendo lo que me dijeron mis padres, creía que era convertirme en un héroe como Kal-El, pero no, era tener una vida normal, una vida que me fue arrebatada en Kriptón, pero que tengo en la Tierra. Tú Lena Luthor eres mi destino, pasar 24 años en plena oscuridad fue para esperar que tú nacieras. Ser adoptada por los Danvers y aprender de la humanidad, fue mi entrenamiento para cuando llegara el momento de conocerte. Descubrir por el camino que quería hacer con mi vida, fue otro paso más hacia ti. Estudié periodismo, me convertí en asistente de Cat Grant para aprender más de la profesión de reportera. Que me diera la oportunidad de ir con mi primo a entrevistarte la primera vez; que tú me dieras el empujón que necesitaba para ser reportera. Lena todo eso fue mi preparación para poder estar contigo como Kara Danvers o Zor-El como quieras llamarme, ser Supergirl me ayudaba estar más cerca de ti, protegerte y cuidarte cuando siendo Kara no podía hacerlo. Las grandes cosas que estaba destinada hacer, era justamente lo que estoy haciendo, tener una vida, un futuro contigo, un trabajo que me encanta rodeada de familia y amigos. —Lena lloraba en silencio, jamás se imaginó escuchar algo como eso.
—Nadie ha pensado en mí de esa forma, para todos era un estorbo o un Luthor más que sumar en el montón de los locos y criminales. Pero lo que me acabas de decir llena mi alma y empiezo a entender que he tenido que sufrir en mi vida para poder conocerte, estar en la oscuridad para que vinieras tu e iluminaras mi camino. Te amo Kara.
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Destinadas (Supercorp)
RomanceLena sabe la verdad de Kara, Lex se lo contó antes de que ella lo matara. Se enfada con Kara por descubrir que la amistad que tenían no era real, pero una carta escrita de puño y letra de ella, da respuesta a algunas cosas y el enfado se convierte...