Destinadas (Supercorp)

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También tenían lista la prótesis para el perro del refugio, Lena lo vio terminado y sonrió, llamó a Kara para darle la buena noticia y quedaron para ir esa misma tarde para que el veterinario del refugio se lo colocara al perro, Kara iría en calidad periodística, también haría las fotos.

Fueron al refugio, los trabajadores se extrañaron mucho al ver a Lena Luthor, Kara les explicó porque estaban ahí.

Lena les entregó el maletín y uno de los trabajadores fue a por el perro en cuestión. Los siguieron a la consulta.

Kara empezó a fotografiar todo, quería plasmar en su artículo todos los pasos para que aquel perrito de un año de edad de la raza Shiba, volviera a ser feliz.

Media tarde después las dos se marcharon felices por haber ayudado a aquel perrito indefenso. Se subieron a la limusina y se fueron a casa.

En el camino Lena se acercó a Kara y se abrazaron.

— ¿Estás bien? —preguntó Kara.

—Sí, solo siento emoción y felicidad de haber podido ayudar y hacerlo a tu lado.

—Estoy muy orgullosa de ti.

—Gracias, eso me ayuda mucho, me da ánimos para seguir con mis sueños y propósitos. Te amo.

—Te amo. —se besaron un rato hasta que el chofer les dijo que ya habían llegado.

Al llegar a casa, Kara fue a su habitación a por el portátil, iba a escribir el artículo y enviárselo a James para que lo viera el día siguiente.

Al día siguiente Kara fue a Catco y James la llamó para hablarle sobre el artículo que había escrito.

—Un magnífico trabajo Kara, muy humanitario y al mismo tiempo sirve de publicidad para L-Corp.

—También para el refugio, esos animales necesitan hogares y personas que los amen. —explicó Kara.

—Es cierto, ¿Puedo ver las fotografías?

—Claro. —le entregó un pen-drive y James examinó todas las fotos, le gustó, estaban bien hechas. —perfecto, voy a llevarlo todo a maquetación para que lo pongan en el número de mañana.

—Gracias James. —Kara se marchó a su escritorio.

Llegó el día siguiente y la revista se agotó en rápidamente, en la portaba había una fotografía de Lena y Kara juntó con el perro.

Lena tenía la revista en la mano y sonrió al recordar cuando la hicieron, la abrió y buscó el artículo.

En nuestra ciudad hay un refugio de animales sin hogar, yo Kara Danvers procuró ir todos los sábados para ayudarlos y jugar con esos animales tan maravillosos. Conocí a un Shiba un perro de raza japonesa, era una preciosidad, pero le faltaba una pata, les pregunté a los trabajadores y me dijeron que ese perro había sufrido mucho desde que nació.

Lo habían maltratado siendo un cachorro; ellos tenían pruebas que lo demostraban, a penas con un año de edad, lo abandonaron en la calle y un coche lo atropelló, un adolescente se lo encontró  malherido y lo llevó al refugio, ellos se ocuparon de él. El veterinario trató de salvarle la pata pero era imposible, estaba muy dañada así que se la amputó. Y el pobre animal estuvo meses sin poder moverse ni jugar, siempre lo veía triste.

Un ingeniero de la empresa tecnología más exitosa del país, L-Corp, creó una prótesis para esos animales necesitados. La hermosa e inteligente CEO de tal empresa, Lena Luthor, no sabía lo que era y yo como su mejor amiga decidí ayudarla tras pedirme ayuda, le expliqué lo que era, no estaba muy segura de crear un mercado así, pero la convencí. Como le hablé de este perro ella usó dinero de su propio bolsillo para crear la prótesis adecuada. Ayer fuimos al refugio para entregárselo a los dueños del lugar. Como pueden ver en las fotografías, no fue fácil para el perro habituarse a una pata metálica, no la reconocía como suya. Pero después de varias horas, al ver que podía volver a correr, estaba feliz y yo lo estaba por él al verle de esa manera. Lo que más me conmovió fue que se acercó a la señorita Luthor y le lamió la mano, como si supiera que ella había sido la responsable de esa maravilla. Me alegré mucho al verlo de esa manera.