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—Sí, la solución para eliminarlos por completo es enviarlos al Sol. Ellos no se hacen más fuertes, sus elementos no se encuentran allí así que no tienen poderes ni se pueden regenerar. Su debilidad es el Sol amarillo, como lo es la kriptonita para nosotros. —dijo Cosmo.

—En realidad lo era, ya no nos afecta gracias a nuevos trajes creados por mamá. —dijo Nicholas.

Kara y Lara miraron a Lena que parecía interesada.

— ¿Qué es lo que hice?

—No puedo decírtelo, cambiaría el curso del tiempo.

—Vamos Nico, no es un gran secreto, se lo puedes decir, cuanto antes los haga mejor. —dijo Ruby.

—Está bien, es una versión mucho más avanzada del primer traje anti-kriptonita que le creaste a mamá, solo que en vez de ser una armadura con casco, es su traje normal. Pero, ¿ves este adorno? -preguntó mientras señalaba un objeto que no forma parte del traje. -cuando lo aprietas aparece un escudo invisible que te cubre todo el cuerpo, no notas diferencia, pero cuando estas cerca de la kriptonita no te afecta en absoluto. En realidad no sé como está hecho, pero es muy efectivo y el adorno no desentona. La idea te la dio la tía Diana, por los objetos dorados amazónicos.

—Vale, pensaré en cómo hacerlo.

—Te ayudaré mi amor, me interesa que seamos inmunes a la kriptonita, cada vez hay más enemigos que la usan contra mí. —dijo Kara.

— ¿Esos escudos son necesarios ahora? —preguntó Diana.

—No lo sabemos, por el plan suponemos que no, pero no sabemos lo que son capaces de hacer y menos si saben cuál es la debilidad de los kriptonianos que hay en la Tierra. —dijo Ruby.

—Bueno, ya nos habéis dicho el plan y lo llevaremos al cabo, pero necesito que volváis a casa. —dijo Lara.

—Pero tía... —se estaba quejando Nicholas, pero Lara le impidió continuar.

—Vais a volver, venís del futuro y es un riesgo enorme que estéis aquí, sobre todo porque podéis cambiar vuestra vida actual por ayudarnos y no queremos que Ruby cambie y que Nicholas sea diferente cuando sea mayor. Además no nos olvidemos de que Cosmo aún no existe.

—Tiene razón, es mejor que volváis a vuestro tiempo. —dijo Kara.

—De acuerdo. —dijo Ruby suspirando.

Les abrazaron a todos y después los vieron marcharse por el portal.

— Has hecho lo correcto. —dijo Diana.

—Lo sé, bastante es que tenga a Rachel aquí.

—Hey, yo no cambio el futuro de la Tierra. Ni siquiera soy de la Tierra. —se quejó.

—Jajajaja. —se rieron las demás.

—Lo sé mi amor, pero de cierta forma has cambiado el futuro por estar aquí aunque lleves 11 años en este tiempo. —dijo Lara abrazándola.

—Bueno, no sé nada del futuro de la Tierra ni el tiempo entre medias, yo solo sé de Argo. Así que no podría ayudar en eventos o fechas exactas de aquí. En eso estoy igual que vosotras, vivir el presente para tener un futuro.

—Es mejor que no sepas nada del futuro de la Tierra, podrías cambiar por accidente algunos acontecimientos que deben suceder y no podemos permitir que ocurra. —dijo Diana.

—No soy un problema. —dijo Rachel. —por cierto, he escuchado que me has dicho mi amor y eso no lo olvidaré nunca. —dijo mirando a Lara que se sonrojó enseguida.

—Sí, sin duda sois hermanas. —dijo Lena en tono de broma.

Kara se sonrojó también y Lena y Diana se rieron al verlas avergonzadas.


Pasaron los días, no sabían nada de Leviathan; el producto estrella de Obsidian, el sistema de realidad virtual salió al mercado, hubo un boom, todo el mundo lo compró e incluso se subscribían en la web para poder entrar en los juegos.

Kara no quería saber nada, Nia le dijo que escribiría un artículo sobre el producto y que entrevistaría Andrea Rojas. Kara lo aceptó por la sencilla razón de que estaba de moda y como revista semanal tenían que seguirla.

Lara y Rachel investigaban por su cuenta, por supuesto no encontraban nada y eso frustraba a Lara, pero Rachel siempre conseguía animarla con citas.

Un día a Lara se le ocurrió una idea, llamó a su familia para reunirse en la fortaleza y hablar de ello.

Clark que venía de Metrópolis fue el primero en llegar, después fueron Alex, Diana y Mara, los últimos fueron los que trabajaban en el edificio, Lena y Rachel. Kara no estaba ahí porque Barry le había pedido ayuda, pero tenía activado su pinganillo para escucharlo todo.

—Tengo una idea de cómo acabar con Rama Khan. —dijo Lara.

— ¿Cómo? —preguntó Diana.

—Yo seré el cebo, pelearé contra él, mientras lo tengo ocupado, todos lo rodearéis y cuando de la señal, nosotros los kriptonianos dispararemos nuestros rayos láser y las diosas sus rayos divinos. Tiene que ser un ataque conjunto y sincronizado, todos a la de una. Se desintegrará por el calor y una vez que sea arena.... —fue a un cajón y sacó un tubo de los que usó Kara cuando estuvo en Argo. —meteremos la arena aquí y lo enviaré derechito al Sol.

—Entiendo, o sea que lo destruimos y después barremos el desastre. —dijo Sam.

—Exactamente, ¿Qué os parece? —preguntó Lara.

—Es un buen plan, pero ¿Qué pasa si consigue desviar los ataques? —preguntó Diana.

—Por eso he dicho que lo entretendré. Recordé que no pudo evitar el ataque de Alex porque lo pilló por sorpresa. Si hacemos esto como un solo ataque, no podrá huir ni esquivar.

—Mmm, me gusta. —dijo Diana.

—Si, es perfecto, ya sabemos cómo acabar con él, pero ¿Qué pasa con la otra? —dijo Clark.

—Aún no lo sé, su elemento es el aire, como no le privemos de eso... no sé me ocurre nada aún.

—Claro meterla en una zona de vacío, donde no hay aire ni viento. —dijo Lena.

— ¿Qué se te ha ocurrido? —preguntó Mara.

—En el espacio no se puede respirar, podemos hacer algo así aquí, pero necesitaríamos la ayuda de Barry. —explicó Lena.

—Sé por dónde vas. —sonrió Lara. —hacer que Barry corra a su alrededor quitándole el aire, cada vez más cerca hasta que se desmaye.

—También podemos hacerlo nosotras, tenemos súper velocidad. —dijo Alex.

—Pero no corréis tanto como Kara y Lara. —dijo Lena. —ellas son mucho más rápidas que Barry que ya es decir.

—Bueno tenemos un plan para cada uno, ahora solo hay que esperar a que aparezcan y podremos llevarlos al cabo. —dijo Diana.

—Será mejor seguir con nuestras vidas, pero no dejemos de estar alertas. —dijo Alex.

—De acuerdo. —dijeron las demás.




Perdón porque sea tan corto, he estado algo liada, sé que podía escribir más, pero no sabía cuánto tardaría en subir un capítulo nuevo y no quería dejaros en suspense.

Destinadas (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora