Destinadas (Supercorp)

75

Lena estuvo varios días en la cama descansando, solo se levantaba para unirse con su familia para comer y cenar, pero no hacía más, se pasaba las horas durmiendo o trabajando desde su tablet.

Flashback

Uno de esos días Diana fue a hablar con su sobrina para ver como estaba.

Se encontró con Kara salieron de la habitación con Sara.

—Hola, ¿Cómo está?

—Sigue teniendo el ojo morado, pero está bastante mejor, y su cuerpo poco a poco se va recuperando. —dijo Kara.

— ¿Puedo verla?

—Sí. —abrió la puerta y después se fueron madre e hija, dejando a Diana sola.

Entró y vio a su sobrina sentada en la cama con su tablet en las manos, estaba concentrada en leer algunos e-mails que le había enviado Sam.

—Lena.

La nombrada dejó lo que estaba haciendo y levantó la cabeza.

—Hola. —estaba seria.

Diana suspiró y se sentó en los pies de la cama.

—Quiero disculparme, me pasé contigo.

—Un poco tarde, has tenido tiempo para visitarme.

—Lo sé y lo siento, nunca pensé que no podrías moverte durante días.

—Kara te lo dijo, yo no soy como tu o como las demás amazonas, nunca he recibido un entrenamiento de nada, siempre me he comportado como una humana más porque eso es lo que siempre creí que era. La tía Antíope fue más suave conmigo que tu.

—Yo solo quería que controlaras tus poderes y la única que puede soportarlos soy yo, por eso le pedí que entrenara tu cuerpo para hacerte fuerte y después entrenarías conmigo para hacer fuerte tus poderes para poder controlarlos mejor.

Lena no dijo nada solo la miró.

—Perdóname si me pasé, es que no quiero que te suceda lo mismo que a tu madre.

—No quiero ser un súper, solo quiero seguir siendo Lena Luthor, me siento feliz al saber más sobre mi madre y el cómo murió e incluso conocer a mi familia. Pero yo no quiero ser como ella ni como tu. Yo salvo al mundo con mi mente, por eso hago tan buen equipo con Kara, aunque ella sea mucho más inteligente me deja esa parte a mi y ella usa los músculos. Hasta ahora nos ha funcionado bien y no quiero que cambie eso. Acepté al venir aquí para conocer a mi abuela y el lugar donde se crió mi madre, esa fue la razón más fuerte, la siguiente razón era poder controlar mi súper fuerza para no hacer daño a mis hijos, por eso acepté que tía Antíope me entrenara. Pero lo que tu has hecho... ha sido más una pelea para saber hasta dónde podía llegar, si podía aunque solo fuera golpearte, como has hecho con Kara, pero yo no soy como ella, no iba a golpearte porque eres mi tía, no había razón para hacerlo, pero tu me has usado como un saco de boxeo.

—Lo siento mucho, no volverá a pasar. Ya no te entrenaré. —dijo Diana.

—Tía, si en algún momento me encuentro en una situación como la de mi madre, te prometo que lucharé para proteger a los míos e incluso para salir con vida. Pero tengo a Kara, siempre está conmigo y sé que ella me protegerá. Además ella podrá ayudarme a controlar mis poderes,  lo hizo sola en su adolescencia, sé que me podrá ayudar.

—De acuerdo, pero por favor no te alejes de nosotros por un error mío. —Lena vio dolor en los ojos de Diana.

—Tía, ahora sé que tengo familia y que me quiere, no me alejaré de ninguna.