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A la mañana siguiente, Conner dobló el pijama y lo colocó encima de la cama, ayudó a su madre con las pocas cosas que tenía ahí y se fueron sin despedirse.

Antes de partir fueron a la tumba de Seg-El y Lara rezó un poco, después le dio la maleta a Conner y lo cogió por la cintura y voló a lo más alto, para que nadie los viera.

Una vez que llegaron a L-Corp, Lara aterrizó en el callejón, abrió la puerta secreta y entraron.

El Kelex se acercó a ellos, saludó a su ama y ella le pidió que registrara a Conner ya que era de la familia.

Después fueron a casa y Conner dejó la maleta a un lado, no dejaba de ver a su alrededor, estaba impresionado con toda la tecnología que había ahí, y la casa era una casa de verdad y no parecía que antes fuera un laboratorio, aunque en la fortaleza se notaba, pero era lógico, su madre era científica y heroína, sonrió al pensar en ello, pensó que él podría llegar a ser como ella.

Una vez instalados, salieron para desayunar a fuera, después pasarían por el centro comercial para comprar ropa para Conner.

Un par de horas más tarde volvieron a casa, Lara le dijo a Conner que empezarían con el entrenamiento, quería ver de lo que era capaz.

Conner se puso un chándal y fueron a una habitación blindada, apenas había material de gimnasio, no había nada más.

—Esta es la sala de entrenamiento, quiero ver que puedes hacer con tus poderes, después entrenaremos cuerpo a cuerpo ¿entendido?

—Sí.

—Bien, empecemos por lo más sencillo, levita.

— ¿Cómo lo hago? no sé hacerlo.

—Piensa en algo que te guste, los poderes van ligados con las emociones.

—Oh, vale. —cerró los ojos y pensó en su madre, no tenía muchos recuerdos, pero el amor estaba ahí y eso le hacía feliz.

Pocos segundos después sus pies dejaron de tocar el suelo, pero la separación era muy poco pero para a Lara era más que suficiente.

—Bien, ahora muéstrame lo que te obligó aprender Lex.

—De acuerdo. —sabía que podía hacerlo, era lo único que sabía. Sus ojos se pusieron rojos y disparó un rayo láser a la pared.

—Bien, firme y potente, eso lo tienes controlado. ¿Conoces el aliento helado?

—No. —la miró extrañado.

—Mira. —Lara cogió un objeto y lo colocó en el suelo, después sopló y el objeto se congeló.

—Vaya, ¿Cómo hago eso? —la vio emoción en sus ojos.

—Piensa que quieres congelar algo. —se acercó con otro objeto y lo colocó al frente de Conner. —después sopla.

Conner siguió las instrucciones, pero no le salió nada y se deprimió.

—Tranquilo, ya lo conseguirás, no hay prisa. —dijo Lara y Conner sonrió feliz. Sin duda era muy diferente de Lex. —Haber esos rayos x, piensa en que quieres ver al otro lado de la pared y concéntrate en mirar.

Conner lo hizo sin problemas, había descubierto otro poder como el levitar.

—Hay una habitación con una camilla. —dijo Conner.

—Estupendo y esa sala es una sala esterilizada, por si hay que operar alguno de nosotros. Hace un tiempo, operé a tu tía Kara porque tenía kriptonita en su cuerpo.

— ¿Salvaste a la tía?

—Desde que estoy aquí unas cuantas veces.

— ¿Me contarás?

Destinadas (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora