Tú y yo contra el mundo y contra todo (Libro #1)©✔

Capítulo #1.

Armando Duarte

¿Alguna vez han tenido un mejor amigo que con el simple hecho de verlo ya les hace felices y que hace que se les olvida el resto del mundo? Porque yo sí, su nombre es Josué, Josué Arango.

Nos conocimos hace 3 años en la escuela secundaria. Él es una persona muy importante para mí; me cuida, me protege, me defiende y siempre está ahí cuando más lo necesito.

Nuestra forma de ser es muy diferente, pero al mismo tiempo somos algo parecidos y pensamos lo mismo casi siempre, así como si tuviésemos algún tipo de conexión o algo, cosa que me encanta.

Como vivíamos en la misma colonia, muy cerca el uno del otro, Josué siempre pasaba por mí a mi casa para irnos juntos a la escuela. Nuestro primer día de preparatoria no fue una excepción.

—Hola enano —saludó—. Te extrañé mucho —me abrazó.

—Y yo a ti, Josué. Ya no te vayas.

Besó mi cabeza.

—Te lo prometo —me soltó—. ¿Nos vamos?

Asentí con la cabeza, tomó mi mano y comenzamos a caminar. Eso no es algo extraño entre nosotros, él siempre es así conmigo.

—¿Y qué hiciste durante las vacaciones, chaparro? —me preguntó.

—Estar aburrido y así porque tú no estabas conmigo.

—Pero te mandaba mensajes casi todos los días.

—Tú lo has dicho: ¡Casi!        

—Bueno, pero te mandaba.

—No pues gracias —rodé los ojos.

—No te enojes, chaparro.

—No me enojo, pero me dejaste solo, Josué.

—Sabes que no fui por gusto, me obligaron a ir. La neta ni la pasé bien allá.

—¿Por qué? —lo miré.

—Porque no estabas tú —me sonrió y yo a él.

La prepa estaba cerca de nuestra colonia, así que solo tardamos unos minutos en llegar.

—Al fin llegamos —dijo.

—Tengo miedo, Josué —dije con la mirada baja.

—No tengas miedo, enano, sabes que yo te protegeré y te defenderé de todo aquel que se atreva a hacerte daño. Lo haré hasta con mi vida si es necesario —acarició mi cara.

—Lo sé, pero no es eso a lo que le temo, Josué.

—¿Entonces qué es? —preguntó con confusión.

Comencé a jugar con mis manos mientras pensaba un poco en lo que iba a decir.

—Pues... es que una vez me dijeron que casi siempre los amigos que han sido amigos durante toda la secundaria, pues después de graduarse y vayan a la prepa, así queden en la misma, ya no son tan amigos como antes porque comienzan a tener otras amistades y se olvidan de sus amistades viejas. Tú vas a tener nuevos amigos, y yo pues... yo quedaré atrás —dije triste.

Se echó a reír.

—¿Quién demonios te dijo eso, chaparro?

No respondí, solo miré al suelo.

—A ver —levantó mi cara para verme a los ojos—, ¿de verdad crees que yo podría cambiarte por alguien más?

—Pues, es que...

—¡Jamás! Eso jamás, pero jamás pasará. Tú eres irremplazable, mi niño.

—Tú también eres irremplazable, Josué —le sonreí.