El salón principal había sido finamente decorado y enriquecido con numerosos trofeos con el pasar del tiempo, toda una maravilla de la caza trandoshan. En cada muro habían pedestales metálicos sosteniendo un busto, un rostro disecado y conservado para el deleite del clan; no había rincón alguno que no estuviese adornado con un logro, incluso del techo colgaban cráneos, esqueletos y dientes de las bestias que habían caído bajo sus garras y fauces.
La luz de la mañana le tocó el rostro y Garnac sintió que era el momento de iniciar el día. A su alrededor, todos sus hombres yacían dormitando de pie, como estatuas, alertas a cualquier estímulo que sus finos sentidos pudiesen detectar.—El sol ya salió —siseó abriendo los ojos. Los demás trandoshan prestaron atención. Se levantó de su trono y alzó la voz enérgico, lleno de ansias de dar el anuncio esperado—. ¡Que la cacería comience!
Los rugidos atestaron la sala e inmediatamente se dieron vuelta en dirección a la gran entrada de su fortaleza flotante. Sus armas estaban apostadas sobre soportes en medio del camino y una a una las fueron tomando emocionados por la caza.
—Luger aun no regresa —dijo Lo-Taren, acercándose—. Y ya pasaron tres días enteros.
—Lo castigaremos en cuanto vuelva —sentenció Garnac, pasando por debajo el umbral para apoyarse sobre la barandilla desde la que se observaban las blancas nubes y la oscura isla—. No podemos dejar pasar su afrenta, pero ahora disfrutemos de la caza.
Vio a su hijo abordar la cápsula flotante de en medio y se sintió orgulloso. Dejó que el viento de las alturas le acariciara las crestas y aguardó en silencio mientras su gente descendía eufórica. Su guarida era espléndida, la gran fortaleza flotante Ubrikkian había sido casa de su padre y de su abuelo, y de varias generaciones de cazadores más hasta que le llegó el turno de tenerla, y esperaba pronto legársela a su hijo Dar cuando se hiciera un trandoshan digno.
Habían soltado a muchas presas últimamente y ya era hora de que se convirtiesen en nuevas adquisiciones. Bendijo la cacería con un rugido fuerte y contempló el escenario con calma.-------------------------
Se apresuró en cubrir la trampa con un manto de hojas en cuanto oyó el zumbido de los motores sobrevolando por encima de las copas de los árboles. Estaba sediento, debía de ir al peñasco de donde brotaba agua fresca para saciarse, pero ahora tenía que concentrar sus energías en yacer oculto bajo las raíces. El crujir de las botas sobre la tierra dispararon sus sentidos y de un movimiento ávido, se enterró a sí mismo en el fango oscuro que se acumulaba cerca.
Esperó pacientemente durante unos minutos, respirando a través del delgado tallo hueco de un junco. Inmóvil. Y sintió las vibraciones en el suelo. Un... dos... un dos... los pasos se hacían más nítidos, se aproximaban cuidadosamente, los lagartos gorjeaban mientras sostenían sus rifles de plasma con firmeza y se adentraban en la parte baja de la selva, alrededor del pantano.—¿Hueles algo? —siseó uno de los trandoshan.
—No, pero no deben estar lejos —respondió otro—. La niña jedi que trajo Lo-Taren es la presa del pequeño Dar, así que si la ves, no hagas nada, Gork.
Su compañero rugió en protesta, resignándose a acatar la orden.
—Ya lo sé, Dietz, no necesitas decirlo otra vez.
Ambos se detuvieron frente a una bifurcación.
—Debo recordártelo porque eres idiota —gorjeó—. Hasta aquí llegamos, iré por mis presas; tendré varias para el final del día, si realmente has mejorado tanto como dices, supongo que me superarás, pero... lo dudo mucho.
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Entre Estrellas: A Star Wars Fan History I
Science Fiction¿Y si una persona de nuestro mundo, La Tierra, terminara varada en la galaxia de Star Wars? ¿Cuál sería el viaje que ocurriría? ¿Qué significaría? ¿Qué misterios lo hicieron posible? Descúbrelo y veamos qué nos depara este relato. Primera entrega d...