—Oye, Rex, ¿quieres uno? —dijo Dans acercándose con tranquilidad hasta el montículo donde se encontraba el clon montando guardia—, las probé y estás muy jugosas, son muy dulces y suaves, los lurmens me dijeron que se llamaban jogan —dio un mordisco a la fruta morada con rayas blancas que estaba comiendo, sacó otra de una cesta que traía con él y se la lanzó al soldado.
—Parece que ya te estás acostumbrando —soltó una ligera carcajada mientras atrapaba la fruta.
—¿Qué puedo decir? son grandiosas, espero poder llevarme unas cuantas cuando salgamos de aquí —terminó de comer la fruta e inmediatamente sacó otra.
El sabor de aquellos frutos deleitaba su paladar, era algo totalmente distinto a lo que había probado antes y ello le causaba fascinación, nunca se había imaginado comiendo una "fruta alienígena" como él mismo pensaba. Disfrutaba de esa pequeña merienda y recordó entonces que no había comido algo agradable desde hacía mucho tiempo. La comida que le daban en las celdas no era más que una masa cremosa insípida destinada solo a no dejarlo morir de inanición y lo único que eliminaba tal horrible sensación en su boca era el agua que los droides les daban cada cierto tiempo. Recordó también que su amigo Chall adoraba más el agua que la comida y Dans no dejaba pasar la oportunidad para jugarle una mala broma o decirle que se parecía a un calamar, aunque esto último era verdad; eran pequeños momentos en los que al menos podían aliviar el estrés, la pena y la frustración que experimentaban en ese encierro.
—¡Dans! —la firme voz del capitán lo sacó de sus pensamientos—. ¡Dans! tenemos que irnos ahora.
—Ah ¿qué pasa? —siguió masticando hasta que la preocupación en el rostro del clon lo terminó de alertar de la situación.
—Esa nave droide viene directo hacia nosotros, tenemos que regresar y pensar en nuestro siguiente paso —terminó de ajustarse el casco y descendió rápidamente hacia la aldea.
Por un momento olvidó que se encontraba en medio de una guerra.
—Es inoportuno decir que estamos perdidos —dijo mientras alcanzaba a Rex.
—No seas tan pesimista, en una guerra aprendes a buscar siempre una manera para hacer las cosas.
—Si tú lo dices, pero tu amigo no se encuentra tan bien que digamos —se refirió a Skywalker.
—El general Skywalker es fuerte, estaremos bien mientras seamos precavidos.
—Esa nave ya descendió —dijo después de mirar de reojo hacia la llanura aledaña—. ¿No es ese el patriarca de la aldea...? ¿por qué se va para donde están las hojalatas?
—Debe tener sus razones —respondió el capitán mientras llegaban a la casa donde estaba el resto.
—Chicos, llegaron a tiempo, debemos irnos rápido antes de que nos encuentren los separatistas —dijo Ahsoka al verlos entrar.
—¿Y los lurmen? ¿qué será de ellos? —preguntó desconcertado.
—No quieren involucrarse en esta guerra, lo mejor será que nos vayamos antes de que los droides sepan que estamos aquí, así mantendremos a los lurmen a salvo —la respuesta de Ahsoka lo dejó extrañado—. Y por cierto, necesitarás esto —dijo devolviéndole su gabardina.
—Bien —tomó su gabardina—, es hora de salir disparados de aquí. Me aseguraré que todo esté despejado y Bly, creo que necesitaré uno de tus blásters.
—Evita usarlo —dijo el comandante mientras le entregaba su arma.
Los seis foráneos dejaron la aldea en total sigilo, se escabulleron entre la hierba alta y buscaron los enormes árboles que el primer grupo había avistado antes de llegar a la aldea por primera vez. Pasado un buen rato se sentaron a descansar, cubiertos por la hierba dorada.
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Entre Estrellas: A Star Wars Fan History I
Science Fiction¿Y si una persona de nuestro mundo, La Tierra, terminara varada en la galaxia de Star Wars? ¿Cuál sería el viaje que ocurriría? ¿Qué significaría? ¿Qué misterios lo hicieron posible? Descúbrelo y veamos qué nos depara este relato. Primera entrega d...