Estadía en la Estación

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     Las compuertas se abrieron de par en par con un zumbido seco, el ajetreo del interior llegó hasta los oídos de las senadoras, Typho echó un vistazo rápido a todo el lugar, todo se veía agitado, pero era normal, habían muchas cosas que hacer en la ciudadela, la gestión era pesada y se avanzaba lento, pero no habían más complicaciones. Los oficiales clon estaban enfocados en su trabajo y apenas se giraron cuando Dans dio el primer paso hacia adelante.

     —Esta es la sala de control —dijo, señalando con la mano. Al fondo, el ventanal permitía ver casi toda la urbe amurallada con sus mil luces recién instaladas—. Desde aquí administramos la ciudadela. Ahora mismo estamos ocupados con la redistribución de suministros, no queremos que falte nada para las tropas ni para los refugiados, nuestra prioridad es que todos tengan alimento. Ya enviamos un mensaje al templo para que nos apoyen con eso... —hizo una mueca de recordar—, llegarán en dos días. Con ese cargamento tendremos suficientes reservas de agua y comida para dos semanas.

     Padmé y Riyo ingresaron contemplando el lugar. Las huellas de varios disparos de plasma todavía quedaban marcadas en las paredes como mudo testimonio de la batalla que se había librado en la conquista de Thet'zdhat. Varios cables colgaban del techo y en algunas paredes faltaban los revestimientos por lo que se podía observar el sistema eléctrico de la infraestructura. Riyo recordó ligeramente al fábrica separatista semidestruida en el mundo helado de Jebble.

     —Aún tienen bastante trabajo que hacer, teniente —señaló Padmé—. Pero estoy sorprendida de cómo ha estado manteniendo las cosas por aquí.

     —No es mi área, lo admito —dijo Dans, desplazándose por en medio de una plataforma que conducía hasta el ventanal—. Pero debo de hacerlo. Mi prioridad es hacer de Mandell un lugar seguro. Con las tropas del general Skywalker realizando una ofensiva en estos momentos, nosotros debemos centrarnos en preparar las bases que nos sirvan de apoyo en la expulsión de los separatistas del Sector Bothan.

     —¿Han tenido complicaciones hasta el momento? —inquirió Riyo, posando los ojos sobre una pantalla que señalaba las ruinas de la segunda gran puerta de acceso de la muralla exterior; la misma que Dans había hecho explotar usando una carga de cristal nova durante el asalto.

     —No, por fortuna —respondió—. Solo que vamos lentos en la reconstrucción de algunas estructuras; no tenemos los materiales adecuados. Fuera de eso... las tormentas de arena son una... natural complicación. He priorizado la reconstrucción de aquel acceso que está viendo en pantalla, senadora Chuchi. Puede contemplar que hay varias grúas y equipos de obreros laborando en el área.

     —Sí... Puedo verlos.

     —Las murallas son... —continuó Dans— prácticamente impenetrables, los únicos puntos "débiles" son las puertas... Y estas, como habrán visto, son descomunales. Lejos de eso, también se está procediendo con la adecuación de algunos espacios amplios cerca a la mina para que sirvan de refugios donde podamos instalar a la población civil hasta que termine la campaña en los subniveles inferiores de este edificio. Queremos dejar libres los almacenes en los que están ahora para poder trabajar más adecuadamente con el equipo militar que por ahora estamos apilando en la plaza y algunos parques adyacentes.

     —Parece que tiene todo bajo control, teniente —aclamó Padmé, caminando hasta Dans quien se encontraba al lado del ventanal. Riyo hizo lo mismo un par de segundos después—. Sugeriría que se proceda primero con los refugios para los habitantes. Hay que ser indulgentes con ellos, no tienen la culpa de que su gobierno los haya metido en la guerra.

     —Más cuando, por ser opositores al régimen, fueron encerrados —prosiguió Riyo, mirando  través del ventanal hacia las calles oscuras—. Recuerde que no son soldados, agente, hay que darles un buen trato.

Entre Estrellas: A Star Wars Fan History IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora