Para Resarcir

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     —He terminado de revisarlos —dijo Lara, entregándole los brazaletes tácticos que había hecho para él hace tiempo. Le alegraba saber que Dans los usaba día y noche—. Están mejor que nunca, tenían un par de averías por todo lo que ha pasado, pero están bien.

     A su alrededor, el enorme hangar estaba envuelto en un mar de indicaciones, cajas y soldados clon alistando las LAAT para la incursión a Mandell. La orden ya había sido dada, el primer grupo descendería a la base instalada junto al Templo de las Arenas e iniciaría una ofensiva hacia las posiciones separatistas en el norte. El pelotón de Dans iba en vanguardia, ellos serían los primeros en encontrarse con fuego enemigo, así que tenían que tomar todas las precauciones posibles.

     —Gracias —respondió Dans con una sonrisa mientras recibía los brazaletes y se los ponía en los brazos—, no sé qué haría sin ellos. Son mejores que los que tienen los clones, me hace sentir cool.

     —Obvio, yo los mejoré —hizo una mueca soberbia antes de echar a reír—. No te olvides de quitarles el polvo cada que puedas. También le di una revisada a tus pistoleras —señaló hacia su muslo—, las correas estaban muy desgastadas, si seguías usándolas así en cualquier momento se rompían y ya no habrías tenido lugar donde enfundar tus blásteres.

     —Me las habría ingeniado —replicó Dans.

     —Lo sé, pero es mejor que tengas todo a la mano y en perfecto estado. Tú mismo lo dices: hay que ser prácticos.

     «Primer cuerpo de avanzada, prepárese para descenso a tierra», la voz de un operario clon resonó a través de los altavoces del hangar. Lara y Dans miraron hacia arriba, escuchando cada palabras con un poco de inquietud y resignación, ninguno quería separarse, pero no podían hacer nada más que cumplir cada uno con lo suyo.

     —Esa es mi señal —dijo Dans con un suspiro—. No sé cuánto tiempo tome esta campaña.

     —Mientras más rápido sea, mejor. —Miró por encima del hombro de Dans hacia las tropas clon que comenzaban a abordar las LAAT—. Ten mucho cuidado, ¿sí? Cuídate y asegúrate de seguir en una pieza.

     —Descuida, yo me encargaré de cualquier cosa que pase.

     —Vendré a verte cuando hayan ganado —le dio un fuerte abrazo—. Lo prometo.

     —Parece que no tengo permitido perder —bromeó—, tú también cuídate, ¿está bien?

     —El templo es el lugar más seguro de la galaxia, ¿no? —se le escaparon las risas, no quería tener una despedida triste, pero era inevitable, tan pronto como Dans subiera a una de las naves estaba segura que el corazón se le derrumbaría por dentro—. Estaré más que bien, eres tú el que me preocupa. Y... por favor... si te encuentras con ese androide de nuevo, no lo enfrentes solo.

     La luz de sus ojos pareció apagarse durante unos instantes, Dans lo notó y de inmediato le acarició la mejilla con delicadeza. Hizo que lo mirara a los ojos y, entonces, le habló con dulzura.

     —Sí... Seré precavido... Después de todo, no tendré a nadie que dispare un AV-7 contra Grievous la próxima vez.

     Lara sonrió, ladeó la cabeza mientras le golpeaba el pecho jugando y le robó un beso en los labios.

     —Sí, justamente por eso, pero... quién sabe —dijo una sonrisa traviesa—, empezaré a practicar tiro con bláster. Solo por si acaso.

     La primera de las LAAT encendió sus motores, un poco de viento se esparció en círculo y se elevó en el hangar antes de desaparecer entre la negrura del espacio y el fondo grisáceo que era la superficie de Mandell. Varios cruceros jedi clase Venator se preparaban para saltar al hiperespacio, los avisos aumentaron de golpe, el tiempo corría a contrarreloj.

Entre Estrellas: A Star Wars Fan History IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora