La Batalla de Thet'zdhat

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     —¡Toda la base en alerta máxima! ¡Desplieguen pelotones! ¡Que cada maldita torre y sección de la muralla tenga tropas defendiéndola! —Dans corría de un lado a otro de la sala de control vociferando órdenes a diestra y siniestra, el caos se había apoderado de la ciudadela, las alarmas de emergencia sonaban desgraciadamente por todas las calles mientras las tropas se movilizaban desesperadas hacia la muralla exterior al mismo tiempo que la tormenta de arena se hacía más leve.

     Todos los oficiales y técnicos en la sala le respondían a cada segundo, las voces se confundían entre el pánico, los nervios y la incertidumbre, pero se lo tragaban todo, no tenían alternativa, estaban a su suerte contra un ejército diez veces mayor.

     —Batallón Alfa desplegado en la trinchera A-3.

     —Escuadrón 4 de AT-TE posicionado al pie del torreón San Juan.

     —Pelotones Sigma, Omega y Delta cubriendo los torreones TA-2 y TA-3.

     —Aligeren las cañoneras —indicó Dans, mirando hacia los puertos estelares desde el ventanal—, necesitamos apoyo aéreo. —Se giró hacia el oficial de comunicaciones, este lo miró girando la cabeza—. Envía un mensaje al centro de investigación, que fortifiquen sus defensas, puede que las hojalatas los ataquen al mismo tiempo que a nosotros. No debemos permitir que el templo caiga en manos separatistas.

     —A la orden, señor —respondió el clon, y se volcó hacia el micrófono—. Aquí Base Mayor, responda...

     Carter apareció de repente por la derecha, sosteniendo un datapad en la mano mientras trataba de recuperar el aliento.

     —Señor —dijo—, no tenemos vehículos suficientes para montar una defensa estable y los cañones AV-7 no pueden salir de dentro del anillo interior, si los sacamos corremos el riesgo de quedarnos sin apoyo de artillería pesada.

     —Que esos cañones sean montados en la plaza, serán nuestra última línea de defensa. Los que no entren ubíquenlos en los parques adyacentes. —a Dans le temblaba la mano—. Preparen una nave para evacuar a las senadoras.

     —¡A la orden!

     —¡No podemos dejar a los civiles! —increpó Riyo alcanzando a Dans por el hombro izquierdo—. ¡Tenemos que sacarlos también!

     —No tenemos suficientes naves, deben evacuar inmediatamente y regresar a sistemas seguros —Dans la miró con unos ojos tan serios como nerviosos—. Pondremos a los civiles a salvo en los subniveles cercanos a la mina.

     —¡Señor! —exclamó Joeyray, aterrado desde uno de los ordenadores de la sala junto a un técnico—. ¡No tenemos cobertura aérea! ¡Hay demasiados droides caza! ¡Se acercan a toda velocidad!

     —¿¡Qué!? —Dans no daba crédito, tardó un segundo en procesarlo y, entonces, espetó una orden con desesperación—. ¡Defensas antiaéreas, ahora! —atravesó la sala a zancadas, llegó al ventanal y miró al horizonte. Lejos, sobre el mar de arena, un montón de puntos negros moteaban el cielo mientras se hacían más grandes a cada segundo—. Buitres... Bombarderos... Mierda.

     —Activando torretas —informó un clon—. Cargadas al setenta por ciento.

     —¡Unidades sobre los adarves de las murallas! ¡Que no destrocen los cañones! —apoyó la palma de su mano sobre el mango de su cuchillo, todo se le había venido encima y ni siquiera podía expresar nada de lo que estaba sintiendo, estaba atrapado y solo podía mirar con incertidumbre su destino y el destino de todos a su alrededor—. ¡Batallones a las trincheras! ¡Todo el mundo a las trincheras! ¡A las barricadas!

Entre Estrellas: A Star Wars Fan History IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora