Escuadrón

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     —Castigada una semana por actuar de forma no premeditada —dijo Dans mientras veía caminar de un lado a otro a la padawan. Ahsoka tenía los brazos cruzados, el ceño fruncido y el enojo a tope, no entendía por qué su maestro había sido tan duro con ella después de volver de Raxus—. Castigada por usar irresponsablemente tus permisos de jedi. Castigada por actuar por debajo o fuera de la ley, la legalidad y la transparencia de la Orden. Castigada, castigada y castigada.

     —¡Ya lo sé! —gritó enojada—. Es solo que... ¡Ahhh! no entienden que lo hice para ayudar. Padmé tuvo la iniciativa y Anakin me dijo que debía aprender sobre política... ¡Y eso hice! Aprendí mucho en ese debate. ¡Además, a ti no te dijeron nada! ¡Eso es injusto!

     —Primero, yo solo vi más de lo mismo: gente gritando por todo, por nada y por si acaso. Digamos que fue... la versión humilde del senado de la República, o la versión barata, no lo sé —le dio un mordisco a la fruta jogan que tenía en la mano derecha—. Y segundo, fue porque estaba bajo tu mando —hizo énfasis en el "tu"—. Pero... —habló con la boca llena— quizás si... intentaras hacer... hacer algo para remediarlo —dijo después de pasar la comida—, podrían levantarte el castigo.

     —No funciona así —vio su sable de luz en su cintura con un poco de aflicción—. Tendré que meditarlo si quiero mejorar como jedi.

     Dans dio un salto desde la caja en la que estaba sentado.

     —Sé que lo harás. Vas a mejorar; confía en ti misma —sacó su reproductor de música de uno de los compartimientos de su cinturón táctico—. Ten, puede que no entiendas la letra..., pero espero que algún ritmo te relaje o te guste. La música suele alegrar a las personas.

     —Gracias, Dansito —le respondió con una sonrisa mientras tomaba en manos el dispositivo—. Irás al frente ahora, ¿verdad? Oí que te asignaron una especie de capacitación resguardando un templo en el planeta Devaron.

     —Voy de templo en templo, eso me alivia un poco —se acomodó la larga gabardina—. Podré estar tranquilo y sin preocuparme de que un misil explote cerca mío. Recuerda que no soy un jedi —ajustó la correa floja de la muslera en la que llevaba sus blásteres—, a diferencia de ustedes... yo sí puedo terminar muriendo.

     —También los jedi mueren, no importa qué tan bueno seas, no debes tentar a la suerte —indicó la padawan.

     —Eso suena más a mí, que a ti. Pensé que los jedi no creían en la suerte —dijo antes de acercarse a la puerta.

     —Y así es, lo decía porque sería la única forma en que me entenderías —respondió Ahsoka tapándose su risa con la palma de la mano.

     —¿Me estás llamando tonto? —entrecerró los ojos con duda.

     —No —contestó ella—. Date prisa, tu nave parte en menos de una hora —su dedo se deslizó por el botón que se tornó verde al momento de presionarlo.

     —Qué harás tú? Además de meditar —preguntó antes de irse.

     La togruta miró a un costado haciendo una mueca pensativa. Se hizo una pausa. Y una idea se le vino a la cabeza.

     —Supongo que iré con Lara a pasar el rato.

     —Se han hecho buenas amigas —añadió el joven alegremente aliviado—. A diferencia de como fue la primera vez que se conocieron... se querían matar —lanzó una risotada que le costó un coscorrón por parte de la padawan.

     —Ten cuidado —le dijo a modo de despedida.

     —Relájate; estoy yendo a un templo, nada más —su expresión despreocupada hizo que Ahsoka arqueara los ojos animada. Ambos se despidieron alzando la mano.

Entre Estrellas: A Star Wars Fan History IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora