Ahsoka abrió los ojos con lentitud, un poco aturdida. Los primeros rayos del sol se escurrían entre el delgado espacio de la cortina y las ventanas. Se tocó la frente con los dedos y restregó sus ojos. Hacia un poco de calor. Miró a su costado y encontró a Dans durmiendo al lado, plácidamente, desnudo igual que ella; rápidamente reaccionó y se alejó un poco hasta apoyarse contra la pared, recordando lo que había pasado la noche anterior. Se sonrojó, respiró y exhaló profundamente. Bajó la mirada y se acarició el cuerpo, la sensación del chico sobre ella aún seguía ahí, la podía sentir. Habían marcas sobre sus senos y su vientre, ella también le había dejado algunas y no podía creérselo. «Tranquila, Ahsoka, no ha pasado a más... Nadie lo sabe, ni nadie lo sabrá», se dijo a sí misma animosamente para calmarse mientras reflexionaba. Intentó mantener la mirada desviada, pero no podía evitar que sus ojos se voltearan hacia el chico: lo tenía ahí, al lado suyo, en la misma cama y en la misma habitación, tan desprotegido e indefenso, o al menos eso pensó hasta que recordó aquella vez que se le acercó mientras dormía y este reaccionó de súbito poniéndole el cuchillo bajo el mentón, ello le tomó por sorpresa y a día de hoy aún lo tenía fresco, así que no quería arriesgarse, aunque no sabía si pasaría lo mismo si lo hiciese de nuevo, después de todo yació con él luego de que quedaran inconscientes por el choque de la Fuerza.
Era la primera vez que podía contemplarlo por tanto tiempo y tan a su merced.
El día apenas comenzaba y faltaban un par de horas para el desayuno y muchas más horas hasta que se diera la audiencia del senado separatista, por lo que tiempo tenía de sobra. Se acercó gateando y lentamente lo giró para que quedara boca arriba: él había dormido de costado mirando hacia el borde de la cama. Por medio de la Fuerza separó un poco las cortinas para que entrase más luz, las cicatrices en el cuerpo del cazador se resaltaron como las sombras en el piso. Habían muchas, grandes, medianas y pequeñas, de todas formas aunque la mayoría eran líneas gruesas o sumamente delgadas. Deslizó su mirar hasta el costado derecho, justo bajo las costillas, donde había un grupo de cicatrices muy particular; pues no eran accidentales, sino que claramente habían sido intencionadas, como si se quisiera dejar registro o huella de algo. Aquellas marcas estaban dispuestas en tres columnas que se alineaban en cuatro filas, dando un total de doce cicatrices profundas y posiblemente todas hechas al mismo tiempo. La intriga en las pupilas de la togruta explotó como un volcán en erupción, entrecerró los ojos y pensó cuál podría haber sido la razón, pensó en cuál habría sido el motivo, si Dans estaría dispuesto a contárselo o si evitaría mencionarlo. Con un poco de duda llevó su mano izquierda hasta el abdomen del chico; era duro pero terso. Deslizó sus dedos por todo el vientre hasta llegar al pecho, la sensación firme de sus músculos la cautivó un poco. Un recuerdo fugaz apareció en su mente, juntó las piernas y se cubrió los senos con los brazos, casi había hecho el amor con él... un poco de su miembro había entrado en ella, pero no mucho, la sensación aún la tenía y le cosquilleaba ahí abajo.
El asomo de una figura negra tatuada en el brazo derecho del cazador le llamó mucho la atención. Usó la Fuerza para moverlo más al centro de la cama y así no despertarlo, y se recostó a su lado, con su pierna derecha sobre las de él. Juntó su brazo al cuerpo y contempló el tatuaje, era tinta natural, sin nada químico, aplicada de formas también naturales y a mano, sin más herramienta que un pincel de cerdas delgadas posiblemente. Nunca antes había visto algo igual, y eso que en el templo jedi se encontraba todo el conocimiento de la galaxia, o al menos la gran parte de él, exceptuando el Espacio Salvaje. La figura era medianamente pequeña; simbólica, quizás; la examinó detenidamente para no perderse ningún detalle y luego tomó una captura de imagen de ella por medio de un pequeño dispositivo de registro, pensaba que al menos eso le podría dar pistas sobre el curioso origen del chico y del interés de sus maestros en él.
Siguió revisando los trazos y curvaturas: la forma central era un círculo rodeado de triángulos cuyas puntas apuntaban hacia fuera de la figura, asemejando un sol, y unas especies de arcos o trapecios arqueados entre cada triángulo; también contaba con ojos y boca rectangulares en el centro, y todo estaba encerrado dentro de una circunferencia con diseños geométricos concisos. Se intrigó tanto por el grabado en la piel del joven que terminó olvidándose de la posición en la que había quedado. Se movió, sintió que el joven se acomodaba y giró su mirada hacia él rápidamente. Dans la veía con un rostro sencillo y anonadado. Quedaron en silencio. Ahora era la padawan quien estaba encima, como si estuviese por hacer lo mismo que él le quiso hacer la noche anterior.
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Entre Estrellas: A Star Wars Fan History I
Science Fiction¿Y si una persona de nuestro mundo, La Tierra, terminara varada en la galaxia de Star Wars? ¿Cuál sería el viaje que ocurriría? ¿Qué significaría? ¿Qué misterios lo hicieron posible? Descúbrelo y veamos qué nos depara este relato. Primera entrega d...