Provecho en Potencia

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     —Así que lograron salvar una baliza —caviló Obi Wan.

     —Sí, general —respondió Carter—. Cuando caímos recuperamos todo lo que pudimos. Tardó algo de tiempo repararla, pero se logró. Inicialmente teníamos planeado desmantelarla para reparar otros equipos, pero el teniente Ryder se opuso y sugirió que enviásemos un mensaje. Al final encontramos un punto donde la señal podía escapar al exterior y lo hicimos.

     —De no haberlo hecho habríamos tardado más tiempo en volver con ustedes, puede que incluso se los hubiera declarado muertos en acción.

     —Algo inquietante a decir verdad, general —bromeó Axes que estaba detrás de ellos.

     —¿Cuánto falta para llegar a ese túnel? —preguntó el comandante Cody mientras recorría con la luz de sus linternas acopladas en su casco la pared rocosa a su derecha.

     —No más de diez minutos, señor —respondió Carter, con la vista fija en la pantalla del datapad—. El camino sigue de largo unos quinientos metros, luego gira a la derecha hacia un espacio más abierto. A juzgar por la señal... nos vamos acercando a la superficie.

     —¿Estás seguro que no estamos entrando a la boca del lobo? —preguntó Obi Wan mirando a Dans.

     —¡Qué va! —respondió el chico—. Lo estamos haciendo... técnicamente. Pero nuestra intención no es adentrarnos en su cubil..., madriguera o lo que sea, sino los túneles adyacentes. Vinieron cinco de esos ¿quirodáctilos? ¿Verdad? Bueno, estimando su tamaño y número poblacional... —hizo un análisis rápido en su cabeza— yo diría que deben de haber a lo mucho dos más.

     —Eso no suena muy alentador —respondió el jedi.

     A Lara se le hizo extraño que un jedi se tomara tan a la ligera los comentarios de Dans, sabía que eran amigos, pero ahora no estaban de ocio, y además existía una escala de rangos militares, no era común que un teniente se dirigiera así a un general. Se apoyó contra el borde de la cabina de conducción del aerodeslizador y siguió escuchando lo que decían los hombres delante suyo.

     —Bueno, al mal tiempo buena cara... —prosiguió Dans—. ¿Has notado que esas cosas se parecen a...? Ya sabes.

     —¿Al Hijo en su forma oscura? —completó Obi Wan—. Sí, también pensé lo mismo, pero dudo que tenga alguna relación más allá de que su imagen es aterradora.

     —No sé si he superado aún lo que pasó en Mortis... —se mostró cabizbajo, como si un peso le cayera encima y no pudiera quitárselo sin importar lo que hiciera—. Fue... inquietante...

     —¿Seguro que solo fue inquietante? —inquirió Obi Wan alzando una ceja—. La fuerza del Lado Oscuro a la que estuviste sometido no es algo que pueda tomarse a la ligera, quizás debas estar en alguna sesión de meditación en el templo, te vendría bien.

     —No puedo usar la Fuerza como ustedes —respondió Dans.

     —Eso no significa que no puedas encontrar la paz igual que nosotros —respondió con un tono amable—. La Fuerza fluye en todos los seres vivos y en todas las cosas, no tengas miedo de intentar algo nuevo. Ah, ya sé, ¿por qué no le pides a Ahsoka que te ayude con eso? Sería bueno para los dos. Tú te sentirías más aliviado y ella comprendería la responsabilidad de la enseñanza.

     —Ahsoka es como una copia en miniatura de Anakin —hizo un gesto de nervios. Lara frunció el ceño—, puede que termine con más problemas de los que ya tengo. Es impulsiva, imprevisible, salta sin pensarlo dos veces y se complica las cosas.

Entre Estrellas: A Star Wars Fan History IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora