La sensación de sentirse observado en palacio, no era nada nuevo para el doncel, pero en aquella ocasión había algo que le estaba causando un poco de miedo. Sentía como alguien caminaba detrás de él, y no era Pietro, el guardián se quedaba siempre a su lado derecho, lo suficientemente cerca para enseñarle que él se encontraba a su lado.
-Señorito ¿sucede algo? – Nolan miraba de reojo hacía el pasillo que había dejado, tenía la certeza que algo se movió detrás de él. - ¿Se encuentra bien?
-Sí, tan solo me preguntaba cuando me costaría escapar de aquí. – bromeo. – Y cuán rápido serías para alcanzarme. – comenzó a reír, cuando el rostro de Pietro se volvió. – No es que quiera hacerlo ahora, tan solo era una pequeña travesura.
Pietro suspiro aliviado cuando Nolan le confirmo que sus intenciones de huir no eran ciertas, el doncel continuo caminando con tranquilidad hasta llegar a su clase. Aquel día sería al aire libre, debido a que las temperaturas habían subido y se estaba bien en el jardín, cuando le comunicaron el cambio, el doncel se alegró demasiado, aunque seguía sin poder llevar a Simba con él.
-¿Eres rápido Pietro? – el guardián hizo la intención de sujetar la manga de la camisa de Nolan para que no se alejará. – Papá es mucho más rápido que yo, nunca le he ganado en una carrera, quiero vengarme algún día. – sonrió. – Papá verá lo rápido que me vuelto cuando lo vuelva a ver.
No había ninguna noticia sobre Garth, la última vez que lo habían visto en Borsir, el granjero se encontraba solo, y no parecía desorientado, cuando los guardianes se acercaron al lugar donde estaba supuestamente, tan solo pudieron encontrarse una nota diciéndoles que no sé acercaran demasiado a él, con un pequeño sobre que indicaba que debían de entregarle a Lennox, nadie más podía leerlo.
-Me pregunto lo que estará haciendo papá, esta semana empieza la feria de Phoenix. – dijo con cierta nostalgia. – Espero que le vaya bien con las ventas, papá se esfuerza mucho en llevar todo en buen estado, me hubiera gustado haberle ayudado.
-Vuestro padre se encuentra bien. – sonrió, para no mostrarle el miedo que le causaba no saber nada sobre él. – Todo sigue igual en la granja, no te preocupes.
-Espero que se acuerde de peinar bien a los caballos antes del concurso. – respondió con una gran sonrisa. – El año pasado conseguimos ganar una pequeña estantería para la cocina, papá se puso muy contento. – suspiro. – Pietro ¿Cuánto podré volver a verlo?
-Pronto, señorito... - sonrió al igual que Nolan. – El señor Gardener, también desea verlo.
Nolan sentía ganas de llorar, hacía más de dos meses que no veía a su padre, nunca habían estado tanto tiempo separado. En los últimos años, Garth apenas salía de la granja si no era acompañado por Nolan, el granjero temía que fuera peligroso dejarlo solo. Él tan solo se alejaba de la granja, si tenía la certeza de que iba a volver en poco más de tres horas, Nolan se sentía un poco agobiado por el extraño comportamiento de su padre, sobre todo cuando alguien desconocido se acercaba a él.
-Pietro ¿mi papá vendrá a la boda? – el guardián no sabía que responderle, la intención de Lennox era encontrar a Garth antes de ese día y llevarlo al palacio aunque él no quisiera. – No es que me importe mucho, pero mi papá es la única familia que tengo, el duque tiene a su madre y hermano, pero yo solo tengo a mi papá.
-El señor Gardener es uno de los invitados a vuestra boda. – le confirmó, su nombre figuraba en la larga lista de invitados que había escrito Lennox. – No debe preocuparse por nada.
El doncel sintió un pequeño escalofrío cuando doblo la esquina que le llevaba a su nueva clase, la sombra que los estaba siguiendo desde hacía un largo tiempo, estaba cada vez más cerca. Nolan apretó la mano de Pietro antes de acercarse con cuidado a él.
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¡Maldito, pequeño doncel!
RomanceUn doncel debe ser respetuoso, callado y delicado. Esa explicación no convence demasiado a Nolan. Cuando escucho que debía de ser sumiso hacía su prometido, empezó a reír. Y la guinda del pastel fue que tenía terminalmente prohíbo subirse a los árbo...