¡Maldito, pequeño doncel!

CAPITULO 51

Rodearon una pequeña callejuela hasta encontrar el jardín de Borsir, donde habían sido enterrados los restos de Raksa, una gran estatua del antiguo mostraba el lugar exacto en el que descansaba. Raksa era representado con una tela larga que lo cubría hasta los pies. Lo mostraban pequeño y delicado, a la par de sexual, Lennox le explico a Nolan que mostrar el hombro en aquella época era muestra de una gran rebeldía.

Nolan tenía bastante conocimientos sobre la historia de Raksa, nunca había sentido que el doncel fuera un hombre rebelde, es más permaneció en palacio una vez pidieron su mano, muriendo en el mismo lugar dos años después, cuando tuvo a sus hijos. Raksa nunca tuvo la intención de huir, ya que no sabía cómo lo recibiría la gente, ser doncel en aquel entonces era algo tabú, muchos miraban con mala cara a cualquiera que diera indicios de ser uno.

-Se lo muestra descalzo ya que no acostumbraba a llevar zapatos. – sonrió Lennox, Nolan observaba la estatua con nostalgia. – Según leí, Raksa solo se puso zapatos en una ocasión, y fue el día de su boda.

-Su esposo no quería que mostrara sus pies a los invitados, ya que era una muestra de suciedad. – replico Nolan. – Raksa intento negarse, pero no le hicieron caso, en su diario conto que aquellos zapatos le hicieron mucho daño.

-Raksa sufrió mucho, dicen que él nunca supo de la muerte de su padre Cadmo, pensó que un día lo volvería a ver. – suspiro. – Evander lo repudió como hijo, ya que decía que alguien tan débil no debía ser considerado ni siquiera hombre.

-"Sus palabras me dolieron más que sentir como apuñalaban mi cuerpo. Padre dijo que estaba bien, que mi único problema en aquel entonces era seguir con el legado. Sangre y llore, pero mi esposo no se preocupó por mí, le rogué que se detuviese cuando sentí que no podía más, pero él me ignoro. Le pregunte porque lo hizo, y me respondió que era mi esposo, podía tomar mi cuerpo como quisiera, no tenía derecho a quejarme. Tan solo era un simple doncel, como mi papá." – recito Nolan, se había aprendido algunos párrafos de los diarios. – Ni siquiera le pregunto cómo estaba al terminar, Raksa dice que se sentía muy avergonzado por su cuerpo, deseaba ser alguien normal.

Nolan hizo un pequeño ramo con las flores que rodeaban el jardín, no había pensado en la posibilidad de que Lennox lo llevara a visitar a los donceles tan pronto, ni siquiera tuvo tiempo para prepararse adecuadamente para mostrar sus respetos. El doncel subió los tres escalones para estar a la misma altura que Raksa y dejo el ramo reposando entre sus brazos. Acarició sus manos con miedo a romperlas, y se entristeció al ver sus rostro, Nolan le regalo un beso en la mejilla, no le importo que le estuvieran viendo, quiso abrazarlo pero sintió que eso lo rompería completamente. Era un niño, tan solo tenía diecinueve años cuando murió, se casó a los diecisiete y no tuvo la mismas oportunidades que él de conocer la libertad y el amor de un padre.

-Prometo traer un ramo más hermoso cuando vuelva a visitarte, Raksa. – sentía como le ardían los ojos. – Espero que seas libre ahora, y no tengas que volver a llorar en silencio.

-Señorito, Raksa estaría agradecido por su regalo. – Nolan sonrió con tristeza ante las palabras de Pietro. – Él estará muy feliz con el presente que le has entregado.

-Raksa se merecía más tiempo de vida. – Lennox asintió. – Al menos, se merecía conocer algo más que el dolor.

-Mi querido esposo, no podemos cambiar la historia, tan solo agradecerle a Raksa el legado que nos dejó tras su partida. – sonrió. – Gracias a él nacieron los mellizos de Edevane, algo que nunca se había dado en los donceles, él fue...

-No deberías hablar con tanta felicidad de la causa de su muerte, advirtieron a su esposo de que el doncel estaba muy enfermo durante el embarazo, pero él quiso continuar con él procedimiento. – Nolan no mostraba emoción en su rostro. – Raksa sufrió durante meses hasta que murió desangrado, los bebés sobrevivieron, pero perdieron a su papá.