¡Maldito, pequeño doncel!

CAPITULO 90

Nolan estaba sentado enfrente de Lennox mientras leía la carta, el duque lo había llamado ya que él también debería estar presente en aquel momento. Lennox se esperaba una respuesta de parte de su madre, ya que el remitente venia de Borsir, esperaba con ansias que Edlynne le dijera que iba a volver para poder conocer a su primer nieto o nieta, quería que Nolan lo escuchara.

-No te quedes en silencio... - refunfuño el doncel molesto, mientras se acariciaba el vientre. – Di algo, Lennox. No te queda bien hacerte el interesante. – bromeo, con una pequeña sonrisa pícara. - ¿Qué dice mamá? Vendrá pronto ¿verdad? Estoy seguro de que le llego mi carta, Evan me enseñó a enviarlas.

El rostro de Lennox se oscureció al leer todo el contenido del sobre, mientras Nolan hablaba de fondo, el doncel le decía todo lo que le había pedido a Edlynne cuando viniera a quedarse en palacio. Entre risas le comento que ya la había informado que pronto nacería el próximo Edevane y que deseaba con todas sus fuerzas que ellas estuviera presente el día que naciera.

-¿Puede venir? – cruzó sus manos intranquilo. – Le diré que no es necesario que traiga todo lo que le pedí, me conformó con unos dulces. – sonrió. – Le diré que fue el bebé quien los pidió, no creo que se moleste por eso. – sintió un nudo en estómago cuando Lennox lo miró. - ¿Ocurre algo?

-Rudolf, llama a mi hermana, dile que venga con urgencia.

El corazón de Nolan empezó a latir con fuerza, el rostro de Lennox no mostraba nada bueno. Él no acostumbraba a llamar a su hermana cuando tenían una reunión los dos solos, el duque siempre aprovechaba aquella oportunidad para poder besuquearlo tranquilo, y sobarle la tripa hasta que se molestaba. Aquel día era especial, ya que habían recibido una carta de Borsir, Lennox le pidió que fuera con él al despacho para poder leérsela con tranquilidad.

-Mamá está bien ¿verdad? – el duque no respondió. – Lennox ¿Cómo se encuentra mamá? No te quedes con la boca cerrada, dímelo.

Sentía que le faltaba el aire por la falta de respuesta de su esposo, Lennox nunca se lo había hecho pasar tan mal, aunque le gustaba molestarle, siempre respondía a sus preguntas sin rechistar. Nolan se tensó al preguntárselo por tercera vez, al ver que volvía a leer la carta.

-Es malo para el bebé asustar a su mamá doncel. – le reclamó asustado. – El doctor dice que no puedo tener emociones fuertes, así que debes decirme que ocurre con mamá.

-Mamá se encuentra bien. – le respondió al fin. – Dice que te traerá pronto los dulces que le pediste, y que vendrá a quedarse en el palacio a principios de verano, para cuidarte. – el rostro de Lennox estaba demasiado serio. – Quiere quedarse en palacio hasta que el bebé tenga un año.

-Por eso has puesto esa cara, malvado duque. – cruzo sus brazos de nuevo furioso. – Pensé que mamá había enfermado, o algo mucho peor, debes pedirle perdón al bebé. Por tu culpa me duele la tripa.

El doncel lo miró de reojo para ver su reacción, Lennox se levantaba con rapidez cada vez que le mentía diciendo que le dolía la barriga, Nolan así conseguía que le hiciera algo de caso, pero en aquella ocasión no se movió del asiento.

-Fui yo quien invite a mamá a palacio, así que no puedes decir nada al respeto. – inflo su pecho para que viera que estaba hablando enserio. – Ella será mi invitada, me encargaré de que este cómoda, tu no debes preocuparte por nada.

-Nolan... - el doncel se quedó callado en silencio cuando lo llamó por su nombre, Lennox solía llamarle querido, si decía su nombre es que era algo malo. – Debemos volver a Borsir.

Las manos de Lennox temblaron al terminar la frase, Nolan aún no se había recuperado de lo sucedido en Borsir, ya que seguía teniendo pesadillas del lugar. Pietro le comentó que Nolan no quería volver allí en un tiempo largo, no le gustaba la idea de ir de nuevo al lugar donde había muerto tanta gente.

-¿Por qué? – pregunto con seriedad. – Le dije a mamá que no me gusta la mansión de Borsir, por eso ella me prometió que vendría aquí.

Evangeline abrió la puerta con impaciencia, Rudolf había intentado ser lo más rápido posible para hacerle llegar la respuesta, aunque primero tuvo que decírselo a Drystan, ya que ella se encontraba en una de sus clases.

-¿Qué ocurre? ¿Madre está bien? – Lennox le pidió que se sentará. - ¿Ha pasado algo en Borsir? Hermano habla, Rudolf dijo que era importante.

-Tenemos que ir de nuevo a Borsir. – Evangeline se quedó en silencio, al igual que Nolan. – Nuestro hermano nos envía esto.

Lennox les mostró la invitación al nombre de Layton de Edevane, en ella daba información detallada de cuando sería la boda en Borsir. Su hermano les daba un mes para confirmar su asistencia en Borsir, ya que quería que Lennox lo lleve al altar como su duque y hermano.

Evangeline leyó las condiciones en las que debían presentarse en la mansión con cierta repulsión, no se podía creer lo que estaba leyendo, su madre nunca le contó que su medio hermano estuviera en una relación con una mujer, incluso el propio Layton le dijo que era algo innecesario para él en aquel momento.

-Es una especie de broma ¿verdad, Lennox? – el duque negó con la cabeza. – ¿Crees todo lo que hay escrito en esta carta? No por llevar el sello de la familia es real, puede que...

-Madre lo ha confirmado, Evangeline, deberías prestar más atención a lo que lees. – el rostro del duque se endureció. – Layton va a casarse a principios de verano con Verona de Borsir, como sus hermanos debemos ir a la boda.

-Nunca he escuchado ese nombre, Lennox, debes estar contándome una broma, como puedes creerle a Layton, esto no es cierto.

-Verona de Borsir pronto formará parte de nuestra familia, Evangeline. – ella apretó los dientes molesta. – Como hermana de Layton debes presentarte en la boda.

-¿Qué ocurre si me niego a ir? No me puede obligar a presentarme allí.

Lennox golpeo la mesa molesto, asustando a Nolan, el doncel agacho la cabeza para no ser regañado por su esposo, mientras Evangeline se enfrentaba a su hermano en silencio. Ella se negaba a presentarse en la boda de Layton, no confiaba en las palabras que estaban escrita a puño y letra de su hermano.

-Evangeline, no es Layton quien pide tu presencia en la mansión de Borsir, si no, madre. – Nolan asintió, tan solo para que no se enfadará con él. – Eres su hermana, al igual que yo, así que debes ir y no admito ningún tipo de discusión en este asustó ¿has entendido?

-Pero...

-Ningún tipo de discusión, Evangeline. – Lennox miró a Nolan preocupado. – Querido será algo delicado para ti, pero me ocupare de que sea un viaje cómodo para ambos. 

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¿Para que se quiere casar ahora Layton? A Lennox no le suena haber escuchado jamás el nombre de Verona de Borsir, pero no quería desconfiar de su hermano. Edlynne les pedía que se presentaran en la boda de parte de la familia Edevane, Layton no quería que ella lo llevara. 

Espero que os haya gustado :)

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