Evangeline cubrió los ojos de Drystan para que no pudiera ver nada, mientras se paseaba a su alrededor. El guardián no estaba preparado para lo que fuera que quisiera hacerlo, su señora le pidió que lo acompañara a su habitación, y no dijera ni una sola palabra.
Después de la pequeña discusión de Evangeline con Lennox, por su falta de atención de su hermano hacía su esposo, consiguió que él se quedará junto a Nolan aquella noche, para que Pietro pudiera descansar como era debido. El duque tuvo que aguantar los regaños de Evangeline por más de media hora, en los que le iba enumerando cada uno de los comportamientos que no soportaba sobre él.
Antes de marcharse, Evangeline se aseguró de que Pietro estuviera tomando un descanso, Nolan la ayudo amenazándolo con que elegiría a Drystan como su guardián si no dormía aquella noche. Algo que hizo que Pietro se preocupara por su puesto, ya que el propio Lennox afirmo que estaba dispuesto a hacerlo si era necesario. El guardián se vio obligado a dormir en la cama que le había preparado con anterioridad su compañero, y seguramente rival, si es que no seguía las indicaciones de Nolan, Drystan. Pietro pudo ver como este disfruto de su momento de gloria por unos minutos, antes de que Evangeline le pidiera que deje de reírse de esa manera tan extraña.
Evangeline expulso a todas las doncellas y guardianes de su habitación cuando llegaron, enviándolos a la habitación de Nolan para que lo ayuden si era necesario. Drystan empezó a sentir un nudo en el estómago al ver que todos abandonaban el lugar sin decir ni una sola palabra, mientras su señora sonría de manera burlona hacía su dirección.
Antes de comenzar, por lo que Evangeline llamó una pequeño venganza. Drystan tuvo que despedirse la mayoría de sus prendas, ante la atenta mirada de su señora. Se sentía avergonzado, era la primera vez que era él quien se desvestía antes, y aunque Evangeline lo hubiera visto desnudo en más de una ocasión, sentía que había perdido un poco de sus músculos. Aunque se entrenaba con regularidad, ya no se lo tomaba tan enserio, Evangeline le había insinuado que no le gustaba que sus músculos se notaran tanto bajo su uniforme.
Drystan dudo en si quitarse o no el collar que Evangeline le regalo, quitarse toda la ropa ¿implicaba quitarse también su preciado regalo? El guardián agacho la cabeza nervioso, no quería hacerla enfadar más de lo que estaba y aún no le había quitado el castigo de no poder hablar, así que se veía incapaz de preguntárselo.
Evangeline se rio con sutileza, era divertido ver cómo Drystan ocultaba el collar entre sus manos para que no lo viera, el guardián levantaba la cabeza para saber la respuesta, pero ella no le respondía.
El collar se había convertido en el bien más preciado para Drystan, podían despojarlo de todo lo que quisieran, pero nunca iba a dejar que le quitarán el regalo de su señora. Evangeline beso su mejilla para acercarse a la cadena y acariciarla, el guardián se encogió al sentir sus manos sobre el cuello.
-Puedes dejártelo puesto. – rio. – Es importante, mi querido guardián.
-Mi Afrodita ¿Qué quiere hacerme? – Evangeline no le respondió. - ¿Cuál va a ser mi castigo?
Dejo que atará sus manos sobre la espalda, Evangeline no le hablaría, era parte de su juego. Drystan solo quería que no fuera más allá de unas caricias y algunos besos. Pero sabía que no sería así, su señora se había esmerando demasiado preparando lo que fuera que iba a hacer. Mientras él se había tenía que mantener quieto sin moverse.
Cerró los ojos cuando vio que los besos de Evangeline iban bajando poco a poco hasta llegar a su pecho, Drystan podía escuchar las pequeñas risitas de su señora, mientras se divertía torturándolo, el guardián mordía sus labios para que no lo escucharan. Lennox ya había empezado a buscarle esposo a su hermana, si alguien se enteraba de su relación podía ser peligroso, Evangeline había dejado de hablar sobre aquel tema hacía tiempo. Ya había rechazado a cuatro de los pretendientes que le habían presentado, siempre les encontraba algún fallo que hacía reír a Drystan a escondidas.
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¡Maldito, pequeño doncel!
RomanceUn doncel debe ser respetuoso, callado y delicado. Esa explicación no convence demasiado a Nolan. Cuando escucho que debía de ser sumiso hacía su prometido, empezó a reír. Y la guinda del pastel fue que tenía terminalmente prohíbo subirse a los árbo...