¡Maldito, pequeño doncel!

CAPITULO 16

El gran salón se quedó en silencio cuando el duque llevo a su prometido al centro, el doncel caminaba inseguro detrás de él, intentado no chocarse con Lennox. Nolan sonreía con timidez a los invitados que se decidían a saludarlo.

-Confía en ti, pequeño doncel. – le susurro Lennox. – Si tienes miedo, tan solo debes mirarme a mí, no deben importantes los otros invitados.

La espalda de Nolan se tensó cuando el duque paso su brazo por detrás de él, para acercarlo, con cuidado el doncel coloco los brazos de la forma que Evangeline le había enseñado, esperaba a que la música comenzara a sonar para seguir los pasos de Lennox, temía equivocarse si decidía empezar antes de tiempo. El duque le dedico una gran sonrisa cuando la música empezó a sonar, quitándole la máscara, quería que los invitados conocieran el rostro de su prometido.

-Va contra las normas, pero no estoy dispuesto a que se pierdan tu belleza, pequeño doncel. – rio. – Abre los ojos, no va a ocurrir nada malo.

Lennox besó su mano antes de dar la primera vuelta, el doncel pudo ver como Evangeline bailaba con Drystan a lo lejos, al igual que en las clases de práctica. Pietro los observaba con una gran sonrisa mientras le servía un poco de ponche a Edlynne, Tristán miraba de reojo a su guardián. Nolan sonreía cada vez que Lennox le susurraba alguna palabra extraña. Poco a poco la pareja se fue mezclando con los invitados, hasta que lograron acercarse a Evangeline.

-Hermana ¿me permites este baile? – pregunto con una sonrisa pícara el duque. – Drystan, permite que baile con Evangeline.

Nolan buscó a Pietro para bailar con él, le tenía más confianza. El guardián limpió sus guantes antes de rozar la mano del doncel, Lennox le guiñaba el ojo cada vez que lo veía, el duque mostraba una sonrisa socarrona cuando Evangeline le pedía su atención, burlándose de su mal genio cuando se equivocó en uno de los pasos por estar mirando al doncel.

Edlynne tomo el relevó cuando Pietro le dio la mano del doncel, Nolan se sentía extraño bailando junto a la madre del duque, Edlynne sonrió cuando él le pregunto qué parte debía hacer mientras escuchaba como contaba los pasos para no equivocarse.

-Tienes los ojos de Garth... - le dijo con una pequeña sonrisa. – Su misma mirada tímida, pequeño doncel.

-¿Usted conoce a mi papá? – ella asintió. - ¿Cómo?

-Es una historia muy vieja, pequeño doncel, estoy segura que el temeroso Garth ya no se acuerda de mí. – rio. – Siempre ha sido un hombre muy solitario y poco hablador, el pobre debía aguantarme durante todo el día, apenas lo dejaba descansar.

-¿De qué conoces a mi papá? – la sonrisa de Edlynne se transformó en una pequeña mueca de dolor.

-Garth, el temeroso Garth. – repitió con tristeza. – Fue mi primer guardián, hace muchos años, pequeño doncel. Tu padre fue mi protector.

Las manos de Edlynne temblaron un poco al decir aquellas palabras, la madre de Lennox suspiro con pesar antes de volver a sentarse. Ni siquiera el propio Lennox sabía aquella historia, Edlynne sentía la necesidad de decirle que conocía a Garth a su hijo, quería que Nolan conociera un poco más de la historia de su padre. Estaba segura que su temeroso Garth no le había hablado sobre su pasado en Arife.

-¿Tu guardián? – ella volvió a asentir. – Mi papá fue un guardián de Edevane.

-El mejor guardián que ha existido nunca en Edevane, me temo. – rio. – Era conocido como el temeroso Garth, ya que no tenía miedo a enfrentarse a ningún peligro ¿alguna vez te hablo de su cicatriz de la mejilla?

-Se la hizo trabajando, una de las puntas de la horca salió disparada y le hirió la mejilla, papá me contó que tardó mucho en cicatrizar.

-Así que se hirió con la punta de la horca... - respondió arrastrando las palabras. – No recuerdo que fuera así.