Nolan se acomodó en su escondite, para darle un susto a su guardián, que lo buscaba desde hacía un cuarto de hora, para vestirlo. La fiesta de máscaras comenzaban en unas horas y el doncel debía ser de las primeras personas en presentarse en el lugar. Los ancianos ordenaron que Nolan se sentase al lado de Lennox antes de dar comienzo a la fiesta.
-Señorito... - Nolan cubrió su boca para que no le escuchara riéndose, Pietro pidió a las doncellas que lo ayudaran a buscarlo. – Señorito, está noche es la fiesta de máscaras.
Pietro entrecerró los ojos para poder ver lo que estaba haciendo Simba, el pequeño llevaba un rato sentado en la misma esquina moviendo su cabeza de manera extraña. El guardián pidió silencio antes de acercarse a ese lugar, mientras apartaba con cuidado a Simba, recibió un pequeño gruñido de advertencia al que no le dio importancia.
Podía ver el pie del doncel asomarse por debajo del mantel, sus dedos se movían nerviosos, el guardián logro escuchar una pequeña risita. Simba había estado vigilando a Nolan mientras los demás lo buscaban.
-Señorito ¿Dónde se encuentra? – el pie de Nolan entre por completo debajo de la mesa y volvió a reír.
Simba se tensó cuando Pietro se volvió a levantar y se alejó unos pasos por detrás de la mesa, con cuidado aparto el mantel que lo cubría descubriendo así el escondite del pequeño doncel. Las doncellas lo llamaron al verlo allí sentado, alarmadas porque estaba pisando parte de la ropa que debía llevar.
-Así que estaba aquí, señorito. – el doncel le hizo una pequeña mueca. – Debemos cambiarlo aún, así que debe salir de su escondite, las doncellas le ayudaran a vestirse.
Nolan suspiro casando cuando las manos de las doncellas comenzaron a rodearlo, aunque le gustaba la idea de la fiesta, no podía soportar la hora de vestirse. Pietro le había dicho que no podía hacerlo él solo, ya que tenía bastantes piezas, empezado por la parte de abajo. El doncel debía llevar unos pantalones abultados que daban la apariencia de un vestido, la parte de arriba dejaba al descubierto sus hombros, Nolan intento cubrirlo en varias ocasiones, pero siempre se lo impedían.
-Tan solo un poco más, señorito... - Nolan le regalo una mirada asesina a Pietro antes de darse la vuelta para que pudieran arreglar su cabello. – Le queda muy bien, señorito. Usted está muy hermoso.
Lo único que le gusto de todo eso fue cuando lo dejaron tranquilo, el doncel se sentó sin cuidado en la cama, llamando a Simba. Como siempre, él no podría acompañarlo, ya que como había dicho Evangeline, Simba no era un humano. A Nolan no le gustaba dejarlo tanto tiempo solo, sentía que lo estaba abandonando en la habitación. Simba no hacía grandes destrozos, se portaba bastante bien, pero le daba igual, Nolan incluso insistió en que le hicieran una pequeña máscara para él, algo que le fue denegado.
-Si fueras más pequeño te escondería aquí. – le susurro mirando a Pietro, para asegurarse que estaba lo bastante lejos. – Pero él me descubriría, Simba debemos pensar en algo. – el perro ladro de manera afirmativa. – Tranquilo, así nos escuchará. – rio. – Cuando se dé la vuelta, te escondes aquí.
Aquella noche el uniforme de los guardianes era diferente. Pietro lucía un traje azul oscuro, junto a una camisa blanca, en aquella ocasión sus guantes eran negros, Nolan se sentía extraño viéndolo vestido de aquel azul, ya que estaba acostumbrado al negro que solía llevar todos los días. El emblema de la familia Edevane decoraba su pecho derecho junto a un pequeño colgante que llevaba hasta un reloj, Nolan lo descubrió cuando le preguntó qué era eso.
-Señorito ¿Sabe la máscara que quiere llevar? – Nolan debía elegir una entre las diez que había seleccionado aquella mañana. – ¿Cuál le gusta más?
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¡Maldito, pequeño doncel!
RomanceUn doncel debe ser respetuoso, callado y delicado. Esa explicación no convence demasiado a Nolan. Cuando escucho que debía de ser sumiso hacía su prometido, empezó a reír. Y la guinda del pastel fue que tenía terminalmente prohíbo subirse a los árbo...