CAPITULO 32

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Los preparativos para la boda se estaban acelerando, aunque la fecha seguía siendo la misma. Nolan debía prepararse para enfrentarse a su nueva vida, por unos días tuvo que dejar apartado su investigación sobre los donceles de Edevane, ya que llegaba extremadamente cansado a su habitación.

Apenas lograba ver a Evangeline un par de minutos al día, ya que ella también estaba ocupada con sus nuevos quehaceres. Pietro le mantenía al tanto del estado de su amiga, por parte de Drystan, su guardián hablaba con él cada vez que no se les permitía estar junto a sus amos.

Las revisiones del doncel pasaron al ser dos veces por semana, el doctor se sentía preocupado por la cantidad de peso que había perdido el doncel en los últimos días. No veía mejoría con ninguna de las dietas que le obligaba a tomar, el doncel siempre se excusaba diciendo que no tenía hambre, incluso algunas doncellas habían escuchado como vomitaba después de comer.

-No debes dejar que el pequeño doncel siga así. – el doctor Wilhmer se enfrentó furioso a Pietro. – No podemos dejar que se enferme antes de la boda ¿Qué estabas haciendo?

-El señorito, lleva unos días encontrándose mal, aunque lo intento, no consigo que coma más, también estoy preocupado. – Nolan lo observaba de reojo sin decir nada. – Debería comprobar si tiene algo malo en el estómago.

Por más que revisara su estómago no encontraba nada extraño, Nolan tuvo que tomar unas pastillas por si acaso, para buscar su mejoría pero no funcionaba. El doncel parecía estar absorto de las palabras del doctor y su guardián.

-Tendremos que avisar al duque. – Pietro miro a Nolan para saber si reaccionaba de alguna manera, el doncel le dedico una sonrisa de medio lado. – El duque sabrá lo que hacer, si habla con él, tal vez consigamos que se sienta mejor.

-¿Hablar con el duque aliviará el dolor de su vientre? – el doctor contesto que sí, aunque no estaba seguro, ya se estaba empezando a desesperar. - ¿Ha encontrado algo malo? Doctor Wilhmer ¿Debemos preocuparnos?

-Si sigue adelgazando, estaremos en problemas, el pequeño doncel no se encuentra en su mejor estado de salud en estos momentos. – Pietro estaba empezado a sospechar algo. – Deberíamos decírselo a su futuro esposo, si los ancianos se enteran, los dos estaremos en problemas.

Pietro camino detrás de Nolan en silencio, de cerca no se veía el cambio del doncel, en algunos puntos empezó a cuestionarse las palabras del doctor. Nolan estaba como siempre, siempre había sido un hombre delgado. El guardián se quedó observándolo unos segundos, sin notar ninguno de esos cambios. Sabía que su amo comía cada vez menos, le había llevado a pensar que era por el calor que estaba haciendo últimamente en Edevane, a él tampoco le apetecía comer demasiado. Nunca lo había visto o escuchado vomitar, como afirmaba una de las doncellas.

Simba los saludo cuando entraron a la habitación, debido al estado de salud de Nolan habían cancelado su clase de aquel día, por órdenes del doctor, el doncel debía permanecer en su cama el resto del día.

-Señorito ¿Qué pretende hacer? – el doncel tan solo le dedico una pequeña sonrisa mientras acariciaba la espalda de Simba. – No va retrasar la boda con esto, puede que incluso la adelante.

-¿Quién ha hablado de atrasar la boda? – pregunto en tono burlón. – Nunca pensaría en hacer algo así.

-¿Es por su investigación sobre los donceles? Usted ya sabe bastante de ellos, no debería seguir estudiando. – Nolan suspiro cansado. – Señorito, no debería actuar de esa manera, lo único que conseguirá es llamar la atención de los ancianos.

La sonrisa de Nolan lo asusto, la intención del doncel no era llamarle la atención a Lennox, si no a los ancianos, el doncel quería que hicieran algo para impedir lo que estaba haciendo. Le daba igual que Lennox hablara con él. Nolan tan solo quería comprobar hasta donde serían capaces de llegar Katara y Zuko.

¡Maldito, pequeño doncel!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora