-Una vida de miseria para todos a quienes apoyaran al señor tenebroso eran las palabras que le repita su padre desde que era bebé pero, por alguna extraña razón, eso no le atemorizaba.
Siempre supo que había algo más, algo que no le decían pero la...
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—Ya dilo... estoy condenado—dice Ron hacia Harry, mientras le mostraba cómo había terminado de pegar su varita con la cinta adhesiva.
El de lentes se encoge de y mira frente a él para darse una mirada con Hermione, quién asiente antes de continuar haciendo sus notas en el gran comedor.
—Estas condenado—Dice Miki apareciendo detrás de Ron, y el de cabello rojo da un pequeño salto en su asiento—Oh, no sabía que te asustabas tan fácil
—Debes dejar de aparecer así, Miki—Regaña Ron y vuelve su vista a su varita partida
—¡Hola Miki! No te vimos en herbología ¿donde estabas? —Saluda Hermione y la de Slytherin frunce el ceño y mira en dirección a los gemelos que se encontraban cerca del trio.
Les había pagado para que alguno de ellos asistiera por ella.
—Me quedé dormida, me quedé arreglando toda la noche la sala de pociones como castigo—Dice con cansancio antes de bostezar mientras siente un incómodo resplandor frente a sus ojos que no la deja reaccionar.
—¡Oh, hola Harry, hola Miki!—saluda un niño rubio con una sonrisa, la pelinegra frunce el ceño cuando nota que el resplandor era de la cámara que sostenía en sus manos—¡Soy Colin Creevy! ¡Yo también soy de Gryffindor!
—¡Vamos Colin, al menos puedes avisar la próxima vez!—Dice la chica molesta, estaba acostumbrada a las fotos de invasión a la privacidad gracias a su padre, pero al menos podían decirle para posar y no salir como si se acabara de despertar.
Incluso si acababa de hacerlo.
—De acuerdo—Murmura y la chica siente otro destello de luz frente a ella, si, debía ser más específica, no se refinería a eso.
Pero esta vez, al menos avisó, era un avance.
—Hola Colin, gusto en conocerte—Dice Harry tratando de recobrar su visión por la cantidad de luz que había entrado en su campo ocular en menos de dos minutos.
—¿Te sentarás con nosotros?—pregunta Hermione con una sonrisa hacia su amiga que aún se encontraba de pie detrás de Ron y Harry, quienes no tardan en mirar a la chica.
