-Una vida de miseria para todos a quienes apoyaran al señor tenebroso eran las palabras que le repita su padre desde que era bebé pero, por alguna extraña razón, eso no le atemorizaba.
Siempre supo que había algo más, algo que no le decían pero la...
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Harry traga saliva cuando la puerta con serpientes de cerámicas comienza a moverse para lograr abrirse depusiese de decir unas palabras en pársel.
Tenía miedo.
No solo al saber que Miki y Ginny habían sido llevadas a a ese lugar, sino que también al pensar en la posibilidad que fuese demasiado tarde para salvarlas, no se perdonaría si algo malo le pasaba a su amiga, y tampoco a la pequeña hermana de Ron.
Cuando el menor de lentes lograr visualizar como la puerta se abre por completo, a paso firme y con valentía, comienza a caminar hacia la entrada para seguir el camino.
Lo primero que ve Harry es una oscura cueva con una iluminación bastante tenue, dedujo que todo el piso estaba mojado cuando sus zapatos comienzan a hacer un ruido al chocar contra el húmedo suelo.
Era ahí.
Estaba en la Cámara de los Secretos.
—¿Miki? ¿Ginny?—Dice en voz alta, intentando hacer que alguna de las dos lo escuche, pero al no tener éxito, continúa caminando hasta ver a lo lejos algo que lo paralizó por unos breves segundos—¡No!—exclama, corriendo hacia lo que parecían los cuerpos inertes de ellas.
No podía ser cierto.
—Miki—murmura con angustia, por unos instantes sintió como su voz se cortaba de pensar en la posibilidad de haber llegado tarde—¡Miki, por favor, no estés muerta! ¡Tienes que despertar!—ruega con dolor, tomando la mano de la niña de pecas, sin darse cuenta que su varita se había caído—¡Tienes que despertar!—dice con ojos lagrimosos al sentir la mano de su amiga fría.
Como un cadáver.
—No se va a despertar—Habla otra vez detrás de Harry, quién se voltea curioso cuando ve a una persona aparecer de las sombras—Ginny tampoco... por si lo preguntabas.
—Tom—Sisea confundido, tenía muchas preguntas, ¿por qué estaba él ahí? ¿Como era posible que se mantuviese igual que hace 50 años?—Tom Riddle, ¿cómo que no van a despertar?... no está...
