—¿Segura que no quieres sentarte junto a Harry?—cuestiona por quinta vez Hermione hacia su mejor amiga, le agradaba la idea de tenerla ahí, pero lo que no le gustaba era la razón.
—Lo estoy, Mione—Responde desinteresada, mirando a su libro—Además, estoy segura que Harry le gustaría sentarse con otra chica
Hermione suelta un suspiro.
—¿Es por Cho? Miki, creí que habías dicho que lo superaste—Recuerda la de castaño cabello hacia su amiga—Claramente se que no, pero solo quería decir que yo tenía razón... como siempre
—No, porque sí lo superé—Expresa sin ánimos—Como sea, ¿Para qué querías que viniese antes? Planeaba llegar tarde a esta clase... ¡Auch!—se queja cuando siente el golpe de su amiga en su brazo.
—No debes faltar a las clases Miki, son muy importantes
—Como tu digas, mamá
—De todas formas, te lo diré cuando acabemos, es una sorpresa que llevo pensando desde lo que ocurrió con Winky... y los que nos dijo Nick casi decapitado
—¿Tiene que ver con los elfos domésticos?—interviene, pero no era necesario una respuesta, era claro, la Gryffindor llevaba hablando de eso todo este tiempo.
—Después de la clase... mira, ya va a empezar—Señala cuando ven la puerta del salón abrirse, y por esta entran Moody junto a su asistente John.
La noche anterior, antes que Barty Crouch les indicara las nuevas reglas del Torneo de los tres Magos, estúpidas para Miki, Dumbledore les había presentado como cada año, quién sería su nuevo maestro de Defensa contra las artes oscuras.
Para sorpresa de muchos, el antiguo auror Moody fue el seleccionado, pero no había venido solo, junto a su aprendiz y asistente, John McSakter serían quienes les enseñaran este año.
—Estamos aquí porque Dumbledore me lo pidió y se acabó, punto y final —completa Ojo loco analizando todo el salón junto a John, Miki debía admitir que el chico era bastante guapo, incluso si posiblemente le doblaba la edad—¿Alguna pregunta?
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𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐖𝐀𝐑 - harry potter
Фанфик-Una vida de miseria para todos a quienes apoyaran al señor tenebroso eran las palabras que le repita su padre desde que era bebé pero, por alguna extraña razón, eso no le atemorizaba. Siempre supo que había algo más, algo que no le decían pero la...