-Una vida de miseria para todos a quienes apoyaran al señor tenebroso eran las palabras que le repita su padre desde que era bebé pero, por alguna extraña razón, eso no le atemorizaba.
Siempre supo que había algo más, algo que no le decían pero la...
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—No entiendo su fanatismo—le dice Ron a la de ojos azules por lo bajo cuando van caminando a la salida justo como la madre del pelirrojo le dijo.
—Lo sé, es un cretino—susurra y el niño rie, Harry, quien se encontraba a al frente de ellos estaba por decirles algo cuando un rubio platinado lo interrumpe mientras los intercepta en la salida de la librería.
—Apuesto a que les gustó la atención, ¿no?—Dice con fastidio hacia los dos niños que había sido fotografíados junto a Lockhart—El célebre Harry Potter y la niña de papi, Miki Koshky, no pueden entrar en una librería sin salir en primera plana
La susodicha se cruza de brazos para mirar a Malfoy, nunca imaginó que alguien podía ser tan amargado a una corta edad.
—¿Qué pasa Draco, estás celoso?—Le pregunta la de ojos azules con una sonrisa burlona, y este solo rueda sus ojos.
—¿Ahora dejas que la superestrella te defienda, Potter?—ignora a Miki para dirigirse hacia Harry, que se mantenía callado y con una mala cara
—Déjalo en paz—Sale a decir la pequeña Ginny en defensa de Harry, Miki mira de reojo al de lentes, al parecer no se había dado cuenta.
—Mira Potter, al parecer ya tienes dos novias—Se burla el de cabello rubio, y justo cuando la niña de pecas estaba por decirle lo contrario, Lucius Malfoy aparece y le coloca una mano a su hijo en el hombro derecho.
El menor parecía asustado.
—Vamos, Draco. Juega limpio—Miki traga saliva sintiendo lo mismo que sentía las pocas veces que aquel hombre había ido a su casa para hablar con su padre, escalofríos—Señorita Koshky, es un placer vernos nuevamente—Dice con una sonrisa hacia la menor, su hijo debería hablarle mejor a aquella niña si quería casarse con ella.
Estaba seguro que Draco y Miki mantendrían el linaje puro.
—Señor Potter—Dice esta vez hacia el pelinegro serenamente y extiende su mano hacia él para que la estreche—Lucius Malfoy, por fin nos conocemos
Miki frunce el ceño cuando el mayor jalonea a Harry de la mano para verle la cicatriz en la frente, no podía tratar a todos como lo hacía con Draco, ni si quiera al mismo Draco.
Conocía perfectamente la situación de los Malfoy, así como la de otras familias que le eran fieles a quién-tu-sabes, esa fue una de las razones por las que su padre le dijo que no era bueno estar cerca de Draco, pero, ¿cómo era posible que después de tantos años, aquel hombre pensara que Lord Voldemort regresara?
—Voldemort asesinó a mis padres—sisea con rabia el de lentes, dejando perplejo a Lucius—No era más que un asesino
—Debe ser muy valiente para mencionar su nombre... o muy tonto
—El miedo a un nombre solo aumenta el miedo a la cosa en si—Dicen detrás de Miki, y no puede evitar sobresaltarse, no se había dado cuenta que Hermione estaba ahí.
—Y usted debe ser la señorita Granger—la mencionada hace una mala cara al igual que Miki, tener la atención de aquel hombre solo significa una cosa, nada bueno saldría de esa boca—Si, Draco me contó todo acerca de usted y sus padres...cuidado señorita Koshky, no querrá rodearse de muggles ¿verdad?
—Al menos ellos no son como su tonto hijo—defiende la niña, Draco gruñe hacia ella cuando nota que su padre lo mira con cierto desprecio
—Una niña muy adorable—se rié golpeando levemente la cabeza de Miki con la punta de la varita, indignada la de pecas se toca su cabeza y Hermione fulmina al hombre con la mirada, que grosero—Déjenme ver, pelirrojos, expresiones vacías... un libro de segunda mano—continúa, sacando un libro del caldero de Ginny—Ustedes deben ser los Weasley
Ahora si, su sangre hervía como un caldero en fuego.
—Con todo respeto señor Malfoy... incluso si no lo merece—El mencionado hace una mueca sorprendida, no podía creer que se atrevía a continuar con su insolente actitud para dirigirse hacia él de esa manera—¿No tiene trabajo que hacer? ¿O acaso en el Ministerio de Magia no le dan suficiente atención para que venga a burlarse y a humillar a personas menores que usted?
Una Slytherin, sin duda.
—Niños, esto es una locura... vamos a afuera, Hermione, ¿Por qué no acompañas a tu amiga primero?—Arthur Weasley llegó a "salvar" la situación, pero Miki solo negó ofendida cuando su amiga la toma del brazo para sacarla de la librería.
Juraba que un segundo más y sacaría su varita para batirse en duelo con aquel presumido y grosero hombre.
—Vamos Hermione, suéltame... quiero patearle su engreído trasero—sisea con rabia la menor, viendo desde afuera como el hombre continúaba hablando con los Weasley, específicamente con Arthur.
—¡Estas loca! No seas impulsiva, también haría lo mismo pero... ¡Es un Malfoy! Tiene mucha influencia dentro y fuera del Ministerio
—Pues yo también—Dice arrogante, no mentía, si Lucius Malfoy era poderoso, su padre lo era aún más y solo por eso sabía que estaría bien—¿Qué?
—Adelante, ya te solté... —Pronuncia Granger, cruzandose de brazos para ver a su amiga que dio solo un paso para tratar de volver a la libreía—Saca tu varita y haz que te expulsen de Hogwarts, ¿Eso quieres? ¿Qué Draco y su padre ganen siempre?
Miki entrecierra sus ojos, ¿Por qué era tan madura?
Se sentía estúpida al saber que a esa edad, jamás podría ser tan madura como Hermione.
—Esta bien, tienes razón, pero si escucho a ese hombre de nuevo, tendrás que petrificarme si no quieres que me manden a Azkaban—Dice en broma, pero sabía que si conociese suficientes hechizos, lo haría sin pensarlo.
—Aún no nos enseñan eso pero... te prometo que lo haré—Se rie de las ocurrencias de su nueva amiga, y hace una mueca cuando sobre el hombre de Miki, que ahora se encontraba de espaldas a la puerta de la librería, ver salir al duo Malfoy —Pero por el momento, creo que tendrás que cubrir tus oídos si no quieres escucharlo.
—¡Oh, señorita Koshky! Veo que es igual de terca que sus parientes... pero no se preocupe, Draco estará pendiente de usted si se aburre de jugar con muggles—Dice con una sonrisa y hace volar un poco su túnica para empezar a caminar por el callejón con estilo—¡Draco!
—Nos vemos en la escuela—Remite el rubio menor hacia las niñas antes de salir corriendo al llamado de su padre que ya se encontraba a una distancia lejos de él
Miki entrecierra sus ojos y trata de caminar hacia ellos para seguirlos, pero Hermione la toma con los dos brazos para forcejear un poco con ella mientras ignora las quejas, no dejaría que su amiga se arriesgara por ellos.
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