44 | kreacher

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Miki se mueve de un lado a otro con los ojos cerrados, estaba teniendo una pesadilla, últimamente las tenía frecuentemente

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Miki se mueve de un lado a otro con los ojos cerrados, estaba teniendo una pesadilla, últimamente las tenía frecuentemente.

Soñaba con una serpiente y una extraña voz que trataba de guiarla, era bastante macabra, la única diferencia era que esta vez se sentía real, un hombre que nunca había visto estaba ahí, junto a Peter, nuevamente escuchó la voz.

—¡Miki, despierta!—Escucha a lo lejos y siente como alguien la jamaquea para hacerla abrir sus ojos asustada—¿Una pesadilla?

La de orbes marinos mira al hombre que se encontraba de pie en la cama, solo asiente para incorporarse, Remus Lupin suspira.

La adolescente no se lo decía pero no era ciego, desde que se fue a vivir para cuidar a la menor a órdenes de Sirius por no poder hacerlo él mismo, había notado que Miki tenía problemas de sueño, por mucho que tratar de esconderse, algo estaba mal.

No la presionaría, pero eso no quitaba el hecho que le preocupaba.

—Hice hotcakes... al menos eso traté antes de casi encender la cocina, y que tu elfo me insultara mientras me lanzaba las cáscaras de banana—Confiesa Lupin con gracia, podía jurar que aquel tendría un ataque cardíaco si seguía viéndolo en casa.

—¿Kreacher te lanzó basura?—pregunta la chica adormilada, en esos pocos meses, antes que Remus fuese a vivir con ella, el elfo fue duro con ella al principio, pero cuando ella le contó todo.

Su actitud cambió.

Parecía como un abuelo cuando trataba de contarles cosas sobre sus padres, y así era, lo cierto era que para Kreacher, ver que aquella pelinegra de ojos azules era el único recuerdo vivo que tenía de sus tan amados amos le alegraba su amarga existencia.

Desde la muerte de sus otros amos, Walburga y Orión, nadie más había entrado al antiguo hogar de los Black, el último descendiente llevaba encarcelado mucho tiempo en Azkaban.

Por eso cuando vio a Miki entrar no dudo en defenderse con un sartén pensando que era una intrusa, hasta que vio sus ojos, dudoso la llamó por el nombre su antiguo ama, solo faltó eso para que la adolescente de pecas creyera más en Sirius.

𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐖𝐀𝐑 - harry potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora