-Una vida de miseria para todos a quienes apoyaran al señor tenebroso eran las palabras que le repita su padre desde que era bebé pero, por alguna extraña razón, eso no le atemorizaba.
Siempre supo que había algo más, algo que no le decían pero la...
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-¡Tengo una idea! ¡Máscaras!-señaló la chica al pizarrón donde Blaise continuó apuntando, Slytherin daría una fiesta cuando ganaran el partido en dos días contra Gryffindor, aunque más que nada todos buscaban animar un poco a Draco
-¿Máscaras? ¿Entonces como van a ver mi hermoso rostro?-Cuestionó Theo tocandose el pecho ofendido para tomar a la de pecas por la cintura-Aunque ya tengo a mi chica, no necesito que otras me vean
Miki fingió una sonrisa y alejó su cara para que el beso llegara a su mejilla, aún seguía dolida con Nott.
-Bueno, a mi me gusta la idea, además es un motivación para que ustedes ganen mañana-Apuntó Pansy tirándose en el sofá de cuero-Ya quiero ver a esos leones perder el partido
-Alto alto alto... tengo una idea-intervino Blaise como si una chispa se hubiese prendido en su cerebro-¡Máscaras personalizadas! ¡Eso es!
-¿De qué hablas?-preguntó confundido Crabbe comiendo de su regaliz
-Bueno, piénsenlo... hagamos un hechizo personalizador, cuando las personas atraviesen esa puerta sus máscara se transformen en base a su personalidad, sería genial y de esa forma podríamos adivinar de quién se trata... o podríamos perfeccionar esto último
Theo levantó sus cejas
-¡Amigo! ¡Eres un genio!
-Lo sé, soy perfecto-Sonrió antes de quejarse cuando Theo le lanza una almohada-¡Oye, cuidado con el genio!
Entonces en ese momento ellos solo fueron adolescentes discutiendo sobre la organización de una fiesta para su amigo, por primera vez no estaban pensando en mal panorama en cada una de sus familias con el regreso de Lord Voldemort.
Solo eran adolescentes siendo adolescentes.
Antes del toque de queda, cada uno fue a su habitación para irse a dormir, todos menos Black, que decidió quedarse en la sala común con el cálido fuego de la chimenea de mármol negro que hacia más amena la temperatura en la habitualmente fría mazmorra.
Últimamente no dejaba de pensar en las palabras de Snape, ¿Acaso era posible que le estuviese ocultando algo más?
Eso era seguro, lo que no entraba en la cabeza era si esa cosa es lo suficientemente peligrosa para que ella lo sepa.
