-Una vida de miseria para todos a quienes apoyaran al señor tenebroso eran las palabras que le repita su padre desde que era bebé pero, por alguna extraña razón, eso no le atemorizaba.
Siempre supo que había algo más, algo que no le decían pero la...
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En la penumbra del Bosque Prohibido, Miki caminaba junto a Harry, su corazón latía con fuerza mientras la oscuridad se cerraba a su alrededor.
El leve crujir de las hojas bajo sus pies creaba una sinfonía melancólica que acompañaba la tensión en el aire.
Harry Potter estaba yendo a su muerte por sus amigos, por el mundo mágico y por su familia.
—Harry, no estoy lista para dejarte ir —susurró Miki, su voz apenas un claro tono debido a lo tembloroso que fue.
El chico de lentes sintió como su cuerpo tembló debido a las palabras,él tampoco se sentía listo para dejarla, para dejar a Sirius ahora que sabía que todo lo que había deseado con ella estaba siendo posible.
Pero ahora todo lo que lo reconfortaba era saber que con su sacrificio,ella y Sirius tendrían la oportunidad de vivir.
—Te amo... siempre voy a hacerlo—dijo Harry apretando la mano de Miki para buscar fuerza—Pero ahora, es momento de que me dejes ir y sigas tu vida, es este momento solo seremos tu y yo pero luego... tienes que avanzar sin mi
El Bosque Tenebroso, ambos adolescentes miraron al frente sintiendo sus propios cuerpos vibrar del miedo, si ese sería el último lugar donde se verían, entonces estaban felices de hacerlo juntos.
—No importa lo que suceda, estoy contigo hasta el final—Declaró segura y al instante volvieron a caminar, a medida que se adentraban más, el frío aire que resoplaba por las hojas de los arboles se tornó incluso más helada.
Estaban cerca.
Miki apretó su mandíbula cuando notó como Hagrid estaba encadenada con los mortifagos a su alrededor que ahora los observaban expectantes, todos menos quién debía acabar con todo.
Eso no duró mucho.
Ahora el pecho de la pelinegra se contraía rápidamente cuando su abuelo, que para ese momento se encontraba de espaldas, giró hacia ellos con una sonrisa que se fue evaporando cuando notó como Miki seguía viva, aunque su rabia fue más al notar como sostenía la inquieta mano de su enemigo mortal.