-Una vida de miseria para todos a quienes apoyaran al señor tenebroso eran las palabras que le repita su padre desde que era bebé pero, por alguna extraña razón, eso no le atemorizaba.
Siempre supo que había algo más, algo que no le decían pero la...
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Miki se balanceaba de un lado a otro mientras jugana con el collar que Harry le había regalado cuando oficializaron su relación.
Era extraño.
Por alguna razón trataba de fingir que nada había pasado, quería creer que era una estupida pesadilla, creó ahora esa nueva imagen de ella para demostrar que no era ni la simple sombra de lo que Voldemort destruyó esa noche en el cementerio.
Deseaba ser su mejor versión y olvidar todo, no pensar en eso ahora.
—No puedo creer que mi nieta esté emocionada por el hijo de una sangre sucia—Escuchó a su lado a uno de los cuadros hablar.
—¡No digas eso! Yo tampoco soy sangre pura—Se quejó Miki mirando el retrato de Walburga Black observarla con decepción, sin embargo era diferente, no era solo una Black en sus venas corría la sangre del magnífico Voldemort, eso lo respetaba—Le dije al tío Sirius que no tapara tu marco, no hagas que me arrepienta
—¡Oh, Kreacher! ¡Esto es una vergüenza!—chilló indignada hacia el elfo que limpiaba el pasillo con su plumero—¡Nunca en mis años de vida vi tal humillación, mi nieta amenazando me ! ¡Cúbreme y aléjame de esta vergüenza!
—Tranquila ama, todo estará bien—Aseguro el elfo, cubrieron el retrato de su querida ama
Miki mira la escena con una mueca, al menos ya sabía de donde había sacado el dramatismo su tío.
—Si mi pobre ama en vida supiera la gentuza que entra a esta casa... ¿que le diría al viejo Kreacher?—Le de pecas se encoge de hombros, no podía hacer más nada que comprenderlo, llevaba tiempo cambiar su forma de pensar respecto a los otros.
Su tío Sirius y su padre tenían razón, era todo lo que el elfo conocía.
—¿Por qué está tardando tanto?—cuestiona la de ojos azules hacia su elfo, que bufa con recelo mirando detrás de ella.
—¿Pecas?—escuchó y su corazón latió más rápido, definitivamente así no era como había planeado su encuentro.
¡Él debía mirarla de frente, no de espaldas!
—¡Cariño!—Soltó con emoción volteándose rápidamente para darle un cálido abrazo sin darle oportunidad al chico de apreciarla aún
¿Podían culparla? Lo había extrañado.
Harry estaba enojado, quizo decirle que no comprendía por qué no le escribió ni una sola vez en el verano, deseo preguntarle si acaso quería terminar con él por tener que abandonarla cuando debió regresar con los Dursley.
Pero, simplemente no pudo, era increíble el poder que tenía aquella chica sobre él porque con una sola sonrisa que le dedicó cuando se separó de su abrazo, cada pensamiento negativo de Harry hacia ella se evaporaron.
