-Una vida de miseria para todos a quienes apoyaran al señor tenebroso eran las palabras que le repita su padre desde que era bebé pero, por alguna extraña razón, eso no le atemorizaba.
Siempre supo que había algo más, algo que no le decían pero la...
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Poco a poco la joven de Slytherin podía sentir la mínima luz que entraba por sus ojos cuando empezaba a abrir los mismos mientras su cabeza dolía al recordar lo que había pasado hace unos minutos, o al menos pensó que ese era el tiempo que había pasado desde que se "desmayó"
Al tratar de levantarse, siente su mano mojada cuando apoya esta al suelo, Miki frunce el ceño cuando levanta la mirada ¿Acaso ese era el infierno?
Sabía que iría ahí cuando su vida acabara, nunca había sido una buena niña en su corta vida pero ¡Por Merlín!
Se imaginaba algo más agradable, no algo tétrico y con una extraña estatua de ¿Salazar Slytherin?
—¡Estoy en la Cámara de los Secretos!—exclama con los ojos abiertos al reconocer la estatua, vaya se había sentido bastante inteligente al deducirlo en menos tiempo de lo que creyó—¿Esperen... por qué estoy en la Cámara de los Secretos?
—Oh, la princesa ha despertado—escucha una voz detrás de ella y asustada se levanta del suelo—Tranquila, no te haré daño... por ahora
—Tom Riddle—musita con odio, reconoció a aquel Slytherin por el recuerdo en el diario, la verdadera pregunta era ¿como estaba ahí—Espera... ¿Por ahora?—pregunta con las cejas fruncidas—¿Ginny también te ha secuestrado?—pregunta asombrada, no se imaginaba que aquella pelirroja hiciera lo mismo con alguien como él.
Guapo y mayor, aunque si lo pensaba bien, seguramente ella también lo haría.
—¡Oh, que bien que la mencionas, la pequeña Ginny tenía tanto miedo de ti! ...Adelante, niña—dice Tom con una sonrisa y la pelirroja, que se escondía detrás de él, mira con pena a la de Slytherin mientras salía de su escondite
—¡Ginny Weasley voy a acabar contigo!—Exclama la de pecas con enojo, tratando de acercarse a ella, pero esta saca su varita para amenazarla con ella—¡Demonios!—se queja la de pecas cuando no encuentra su varita, seguramente se la había quitado cuando la atacó.
—Eres bastente cascarrabias para tu edad, Miki—Se burla Tom cuando ve la rabieta de la Slytherin, curiosamente aquella pelinegra de ojos azules le recordaba a alguien en particular
