Cuando Miki sintió la fija mirada de Harry en ella, no la apartó a pesar de sus cristalizados ojos debido a las lágrimas que estaba reteniendo para verse fuerte ante él.
No estaba lista para dejarlo ir.
Él se estaba sacrificando por todos y cuando el momento llegara y la estúpida serpiente estuviese muerta, le tocaría a ella hacer lo mismo, no podía dejar que Sirius viviese en un mundo donde Lord Voldemort reinara.
Era egoísta llegar a pensar que lo dejaría sin padres.
Pero simplemente no podría permitir que su hijo fuese criado por él cuando sabía con certeza que eventualmente Lord Voldemort acabaría con ella por culpa de la Varita de Saúco.
—¡Avada Kedavra!
No solo el eco feroz del hechizo de escuchó por lo más profundo del bosque, sino que también se sintió una fuerte corriendo acompañada de una penetrante e intensa luz verde que llegó a cegar a los mortifagos allí al igual que a Hagrid y Miki.
La de pecas sintió como dos pesos caían bruscamente al suelo, soltó un gemido cuando su visión se hizo más clara, al otro lado yacía el inerte cuerpo de Harry Potter.
Trató de acercarse hasta que sintió como unas manos la tomaron para darle un abrazo, ahora, Narcissa Malfoy ahogada un jadeo cuando la adolescente que había salvado tantas veces a su hijo sollozaba en su pecho como una niña.
Por primera vez no le importó romper el protocolo, a la mujer de cabello blanco solo le preocupó la estabilidad emocional de la nieta de Lord Voldemort, quién ahora se levantaba del suelo para observar con una mueca como su nieta lloraba por la muerte de Potter.
—¡El muchacho!—Gritó Bellatrix apartando a Miki de su hermana para obligarla a mirar el chico de lentes, Miki trató de removerse pero el agarré simplemente se hizo más fuerte.
Narcissa con pena evitó el conflicto con su hermana y caminó hacia el cuerpo Harry Potter.
—¿Está muerto?—Habló de nuevo la Lestrange soltando a de pecas que ahora controlaba más su respiración y sus llantos mientras esperaba la respuesta estática.
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𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐖𝐀𝐑 - harry potter
Hayran Kurgu-Una vida de miseria para todos a quienes apoyaran al señor tenebroso eran las palabras que le repita su padre desde que era bebé pero, por alguna extraña razón, eso no le atemorizaba. Siempre supo que había algo más, algo que no le decían pero la...