-Una vida de miseria para todos a quienes apoyaran al señor tenebroso eran las palabras que le repita su padre desde que era bebé pero, por alguna extraña razón, eso no le atemorizaba.
Siempre supo que había algo más, algo que no le decían pero la...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Víspera de navidad y por supuesto este año iban a celebrarla en el Grimmauld Place las conocidas tres familias.
Era la primera vez que Miki pasó más tiempo en una misma habitación con Harry aparte de las clases, desde que ocurrió todo en la oficina de Dumbledore trataba de ignorarlo, estaba dolida.
Pero al mismo tiempo sabía que si Harry se esforzaba un poco más, lo perdonaría sin dudarlo.
Odiaba que fuese de esa forma pero lo amaba más que a su propia vida.
—El mocoso malcriado esta parado ahí observándola ama Miki—El elfo gruñó resentido hacia el de lentes, que ahora habían entrado a la habitación cuando vio la puerta abierta—Con tremenda audacia
La pelinegra suspiró pesadamente sin voltear, en ese momento no le importaba hacerlo.
—Harry Potter, el niño que paró al Señor Tenebroso—Se burló con el ceño fruncido, no soportaba a ese adolescente de lentes; no después de escuchar a su ama—Amigo de sangres sucias y traidores de la sangre
—¡Kreacher!—Regaño Miki al mismo tiempo que otra voz se escuchó sobre la de ella.
Sirius Black.
—¡Basta de tu bilis! ¡Largo!—Habló esta vez el hombre que se quedó en la casa cuando todos salieron a ver las luces de un árbol de muggles cerca.
—¡Tio Sirius!—Espeta la de pecas viendo como el pequeño elfo se sobresaltaba cuando el hombre comenzó a bajar las escaleras molesto —Hazle caso, sal de aquí amigo—Le sonrió hacia el elfo que la miró con admiración
—Si ama, Kreacher vive para servir a la noble casa de los Black—hace una reverencia para salir de ahí caminando lentamente
—Jamás entenderé como pueden ser tan comprensivos con él, es muy quisquilloso desde que era un niño, nunca fue amable— al menos nunca con él, piensa, a diferencia de su hermano, su sobrina y Nadin, aunque comenzaba a creer que Kreacher veneraba más su belleza—Además estaba siendo grosero con tu novio, cabe destacar, mi ahijado
