El Ministerio de Magica nunca había sido su lugar favorito, mucho menos ahora que recordaba cada vez como había contribuido a la caída de este.
Ver la estatua conmemorativa con muggle siendo aplastados simplemente le causaba temblores hasta en la medula, odiaba haberse convertido en eso, pero si era necesario para que Sirius estuviese bien, lo volvería hacer.
Ahora, Miki caminaba imponente hacia el elevador para reunirse con el Ministro, era su reunión semanal y por mucho que lo odiara, era lo único que podía hacer ahora.
Impacienta la de pecas oprimió el botón una y otra vez hasta que escuchó el timbre que le indicó que las puertas iban a abrirse.
—Buenas tardes—saludó sin ánimos, de los dos hombres que estaban ahí, solo pudo reconocer ha Albert Runcorn, de quién había escuchado buenas malas historias.
Miki oprimió el botón para subir pero bufó cuando supo que esos hombres iban a bajar, tocaba esperar, alejándose un poco del mojado pelirrojo y el castaño que la observaban con miedo, la chica recargó su espalda hacia la pared del elevador para jugar con el estúpido anillo de bodas en su dedo.
No podía esperar el día para quitárselo.
—¿Se ha casado?—Escuchó de pronto una voz titubeante cuando la caja metálica comienza a moverse, si ella no supiese de por si lo raro que ese hombre era, seguramente se asombraría de aquella pregunta.
—Si, disculpen si no pude invitarlos a mi boda de ensueño, a sido amor a primera vista, ni si quiera tuve tiempo de asimilarlo—Respondió con sarcasmo para bajar su mano y mirar a Albert que la observaba fijamente—¿Está bien?
El hombre asintió manteniendo su postura cuando el pelirrojo junto a él tosió un poco.
—Lo siento, he controlado una lluvia, creo que estoy enfermándome—Aclaró el de bigote hacia la de pecas, que asintió confundida para apartarles la mirada y comenzar a acomodar su ondulado cabello.
Ron en su nueva versión gracias a la poción multijugos no pudo evitar mirar a Harry de reojo, estaba siendo fuerte en contenerse y no asesinar a la pelinegra ahí mismo, si quería rescatar a Hermione y conseguir el horrocrux que el estúpido de mundungus le robó a Harry cuando estaban cambiándose en el Privet, debían ser inteligentes.
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𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐖𝐀𝐑 - harry potter
Фанфик-Una vida de miseria para todos a quienes apoyaran al señor tenebroso eran las palabras que le repita su padre desde que era bebé pero, por alguna extraña razón, eso no le atemorizaba. Siempre supo que había algo más, algo que no le decían pero la...