-Una vida de miseria para todos a quienes apoyaran al señor tenebroso eran las palabras que le repita su padre desde que era bebé pero, por alguna extraña razón, eso no le atemorizaba.
Siempre supo que había algo más, algo que no le decían pero la...
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-Cierra la boca Potter, no quiero escuchar otra cosa que no sea sobre la poción-Bufó la pelinegra sin mirar al de lentes para añadir la infusión de ajenjo al caldero-Así que abre tu estúpido libro o dejame hacerlo sola
No llevaban ni cinco minutos desde que el profesor los había amenzado con reprobarlos si seguían protestando por hacer el trabajo juntos, al menos solo ella.
Aunque las intenciones del hombre habían sido premeditadas; cuando llegó escuchó rumores sobre ese par que tanto ansiaba ver junto, después de todo eran sus favoritos sin si quiera ver su rendimiento en clases aún.
Él más que nadie sabía que no era necesario eso, estaba seguro que habían heredado el talento de sus antepasados.
Pero ansiaba verlos en acción como un equipo, por eso hizo lo mismo que hace más de una década con James Potter y Lily Potter en septimo año, obligarlos a trabajar juntos.
Era muy cotilla en la vida de sus estudiantes, le interesaba bastante, sobre todo cuándo veía odio, no era un romántico empedernido pero le gustaba transformar ese mal sentimiento en amor, por su puesto; cuando se podía porque, el amor no era algo que se creara de la nada, era algo que se transformaba cuando ya había indicios.
Quizás ese par también le llegaba a recordar un poco a los padres del pequeño Potter.
Harry rodó sus ojos para buscar la misma página del libro que tenía Miki en el suyo, pero unos nombres en la primera paginación le llamaron la atención "Este libro es propiedad del principe mestizo y el águila aprendiz"
-Miki-llamó el Gryffindor por lo bajo tras comenzar a revisar las paginas, cada una de ellas estaba tachadas con indicaciones distintas para hacer las pociones
La Slytherin bufó molesta pero frunció el ceño ante lo que le estaba mostrando Potter, no era posible no había visto ese libro desde tercero, pensaba que Snape lo había quemado o destruido después de que le enseñara algunas pociones.
-¿Estás bien?-preguntó el chico preocupado al reconocer el rostro de su antigua novia
-¿Qué te importa? Sigamos haciendo esto, quizás tú estupido libro nos ayude-susurro agarrando el grano de sopóforo junto a una pequeña daga plateada
