127 | nochebuena

1.3K 165 4
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por primera vez después de 3 meses, Miki lloraba como una niña en su habitación una vez que había logrado dormir a Sirius gracias a la serpiente de su abuelo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por primera vez después de 3 meses, Miki lloraba como una niña en su habitación una vez que había logrado dormir a Sirius gracias a la serpiente de su abuelo.

Parecía que Nagini ahora pasaba más tiempo con él que con el mismo Voldemort, de cierta forma no se quejaba, prefería seguir creyendo que de esa forma no lo lastimarían; sin embargo, no iba a confiarse.

—Tú engendró estaba abrazando al reptil—Escuchó frente ha ella cuando Rabastan entró sin más a la habitación para dedicarle una vacía mirada—¿Acaso lloras porque Potter escapó? ¿O porque no pudiste protegerlo?

—Vete a la mierda, déjame sola por hoy—susurró quebrada, mientras escondía su cara entre sus manos para evitar que ese hombre la viese tan vulnerable.

—¿Por qué sigues preocupandote? Tú mocoso vive, al menos tendrás ese recuerdo del asqueroso mestizo—Bramó enfureciendo más a Miki que se levantó de la cama rápidamente y sintió como se mareo un poco debido a la brusco movimiento—¿Vas a discutir? Creí que querías paz

—¡Por Salazar Slytherin! ¡No sabes cuando te detesto!—Exclamó para empujarlo pero el hombre sonrió antes de tomarla de las manos para estamparla contra la pared—¡Suéltame o voy a golpearte!

Rabastan sonrió cuando en un brusco movimiento ahora era él quién estaba con la espalda pegada a la pared mientras que Miki le colocaba el codo en el pecho para hacerle presión.

—No voy a dejar que le faltes el respeto a mi hijo, estúpido... una palabra más y Umbridge no será la única que vaya a Azkaban esta noche—Bramó con furia, aunque la mirada del pelinegro bajó a los lindos y rosas labios de la chica.

¿Estaba loco si esa situación estaba calentandolo? Quería besarla como en su boda.

—¿Acaso no quieres olvidar a Potter está noche, esposa?—Expresó con una sonrisa picardía y Miki se alejó indignada

—Prefiero que me bese un dementor antes que estar contigo—Declaró haciendo reir a Rabastan, que vio como la menor tomaba su varita de la mesita de noche para salir hecha una furia de la habitación.

𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐖𝐀𝐑 - harry potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora